Otro inane ejercicio más de Spielberg que a falta de un talento cinematográfico ya perdido, en lugar de jubilarse nos da lecciones de buenos americanos.
Eso si , sin exponer nada, ni explicar nada nuevo. Sigue a rajatabla todos los tópicos, copia secuencias enteros de películas mejores, la sombra de Todos los hombres del Presidente es alargada, deja la crítica para otros como también la construcción de un guion y olvida lo que es el ritmo.
Mala película, parece más un conjunto de imitación de escenas e interpretaciones ya vistas que una película en sí misma. Sin vida, alma ni interés. Y muy dañina en cuanto a su mensaje para todo aquel que tenga alguna conciencia política y crea que los EEUU hace mucho tiempo que dejaron de ser un modelo a seguir, o a respetar. Y con cosas como esta, ni en el séptimo arte.
Para dormir la siesta