Netflix afila más los dientes; cuando uno llega cansado de trabajar o estudiar y no tiene tiempo para estar peleando con el control remoto; porque cada vez encontramos más porquerías en cable ni que decir en señal abierta, podemos dar un paso al costado y confiar en la plataforma, ya que cada vez varía más su catálogo y hace los deberes, puesto hasta que me siento raro de haber encontrado este producto.

La historia gira en torno a un grupo de policías imbéciles, groseros, maniáticos, aborrecibles e hijos de su puta madre interactuando entre sí y encadenando gags, cada uno más bestia que el anterior, para ver quien es más imbécil, grosero, maniático, aborrecible e hijo de su puta madre, dicho de esta forma no parece gran cosa, pero tranquilos, que hay tramas interesantes y algunas buenas referencias; además debido a la naturaleza del show no se empatiza de primera con varios personajes, por lo que me parece acertado irlos conociendo capítulo a capítulo.

Como es de esperarse la serie está cargada de humor negro y verde, bastante parecida a Brickleberry, que es de los mismos creadores, por lo que si disfrutas este humor, te gustará. Avisados están los de estómago sensible.

Lo mejor: Te vas a reir.
Lo peor: Algunos gags y tramas están desaprovechados, pecan de predecibles.
Con lo que le doy un 6 y ya.