No se como empezar esta supuesta crítica (que más va a parecer pura apología), pero cada vez que veo esta película, algo indescriptible me sucede, no se si es esa música tan celestial como melancólica; talvez el tratamiento parsimonioso del argumento o todo el trabajo de composición, la fotografía más bien sombría y algo deslavada llena de planos secos pero efectivos, o la flagrante frialdad de los personajes; tristes, solos, como de ensueño y esa ambigua resolución; descaradamente alevosa. Ahh pero eso si! como poquísimas veces en el cine – pero siempre en la cinematografía de M. Oshii – con cada nuevo visionado se descubren nuevas cosas, se develan nuevos significados, la música te abstrae más; te alienas de tu realidad.

Avalon es auténtica poesía en movimiento, es ciencia ficción en estado puro. Una declaración de amor a lo indecible, un cuestionamiento brutal a la realidad; hecho realidad. La extirpación del espíritu a la monotonía, el homenaje a la alegoría.

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