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Voto de Carla road60b:
8
2016
7.2
16,774
Animación. Fantástico. Aventuras
Kubo vive tranquilamente en un pequeño y normal pueblo hasta que un espíritu del pasado vuelve su vida patas arriba, al reavivar una venganza. Esto causa en Kubo multitud de malos tragos al verse perseguido por dioses y monstruos. Si de verdad Kubo quiere sobrevivir, antes debe localizar una armadura mágica que una vez fue vestida por su padre, un legendario guerrero samurái. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kubo and the Two Strings le da mil vueltas a los últimos estrenos de Pixar e Illumination Entertainment. No es difícil, porque en este verano es normal que los niños prefieran jugar con palos antes que ver la infantilísima Buscando a Dory o el coñazo de Mascotas. Mira que me parecía difícil que una película con perros animados pudiera ser aburrida, pero nunca debemos subestimar el poder del buenrrollismo dirigido a todos los públicos. Ha tenido que llegar el estudio Laika para ofrecer algo decente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ya solo el hecho de que esté rodada en stop-motion llama mi atención; pero lo bonito es que le han dado otra vuelta de tuerca con una finalidad y un sentido. Esta técnica dota a los personajes de un realismo que otras sencillamente no pueden, y los efectos añadidos le dan ese toque tan surrealista como deslumbrante. Demuestran que no solo hay vida más allá de la animación 3D; sino que se pueden y deben explorar otras técnicas para potenciar la expresividad de la historia. Lo que quiero decir con esto, es que Kubo y las Dos Cuerdas Mágicas se desarrolla en el Japón feudal y juega con el origami…es que no podía ser de otra manera.
Es una propuesta original y elegante que saca partido a todo el imaginario japonés: color, estilo de dibujo, samuráis, origami, texturas, ropas, decorados. Está cuidada al detalle. La trama va intercalando cuentos de papel con magia. Todos los elementos suman para crear una historia que une realidad y fantasía, de una forma madura pero accesible para todas las edades. Además sin perder su identidad de película de aventuras en la que constantemente está sucediendo algo. Tiene mucho de Miyazaki, Kurosawa e Indiana Jones, por rara que suene la mezcolanza.
Por otro lado hay una parte aleccionadora que me dio, y me da, bastante rabia. Es decir, el niño sale a ganarse la vida todos los días para darle de comer a su madre y la cuida desde pequeño. Cuando sus tías le intentan robar el ojo se pone a reconstruir su pasado; a buscar la espada, la armadura y el yelmo; y a descubrir la verdadera historia de sus padres. Tras todo lo que pasó, va ¿y en la lucha final suelta “Debí obedecer a mis padres”? ¿En serio? ¿Cuando todo lo que se desencadenó no fue culpa suya? Es que es una frase tan metida a calzador, tan de “película educativa” que puagh.
Pero dejando eso de lado, su mayor fuerte es que es muy muy entretenida. Es una narración fascinante, cautivadora y lo más importante es que está bien contada. Contrastan muy bien las partes de aventura, como una pelea a katanazos en un barco de papel; con las partes de respiro, mucho más contemplativas y tranquilas. Es muy equilibrada y muy bonita.
Es una propuesta original y elegante que saca partido a todo el imaginario japonés: color, estilo de dibujo, samuráis, origami, texturas, ropas, decorados. Está cuidada al detalle. La trama va intercalando cuentos de papel con magia. Todos los elementos suman para crear una historia que une realidad y fantasía, de una forma madura pero accesible para todas las edades. Además sin perder su identidad de película de aventuras en la que constantemente está sucediendo algo. Tiene mucho de Miyazaki, Kurosawa e Indiana Jones, por rara que suene la mezcolanza.
Por otro lado hay una parte aleccionadora que me dio, y me da, bastante rabia. Es decir, el niño sale a ganarse la vida todos los días para darle de comer a su madre y la cuida desde pequeño. Cuando sus tías le intentan robar el ojo se pone a reconstruir su pasado; a buscar la espada, la armadura y el yelmo; y a descubrir la verdadera historia de sus padres. Tras todo lo que pasó, va ¿y en la lucha final suelta “Debí obedecer a mis padres”? ¿En serio? ¿Cuando todo lo que se desencadenó no fue culpa suya? Es que es una frase tan metida a calzador, tan de “película educativa” que puagh.
Pero dejando eso de lado, su mayor fuerte es que es muy muy entretenida. Es una narración fascinante, cautivadora y lo más importante es que está bien contada. Contrastan muy bien las partes de aventura, como una pelea a katanazos en un barco de papel; con las partes de respiro, mucho más contemplativas y tranquilas. Es muy equilibrada y muy bonita.