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España España · Murcia
Voto de Fafi3:
4
Thriller. Terror César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le ... [+]
25 de octubre de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer me decidí a entrar en una sala de cine. La agradable reducción de precio de la llamada “sesión golfa” me termino de decidir a favor. La película que escogí fue: “Mientras duermes”; del director Jaume Balagueró. El filme, protagonizado por un grandísimo Luis Tosar, nos sumerge (o lo intenta, porque apenas nadamos la superficie con mirada hastiada) en la vida de César, el portero de un edificio común.

Pero César no es el portero común, es un sociópata, que, incapaz de ser feliz en la vida, centra esta en intentar que nadie lo sea. Aunque más nos vale saber algo de sociópatas antes de sentarnos en la butaca, porque el director no hace un gran esfuerzo a la hora de explicarnos las oscuras motivaciones que mueven a César. No sabemos prácticamente nada de su pasado ni de su presente, solo en breves escenas nos desvelan algo, como en las que César habla con su enferma madre o en un pobre monólogo intermedio que la única sensación que crea es indiferencia. Y esa es la palabra que mejor define lo que la película transmite: Indiferencia. Los 107 minutos de metraje pasan sin pena ni gloria frente al espectador que intenta encontrar un punto en el que “anclarse” a la película sin éxito alguno.

El guión es lineal y aburrido, incluso predecible, sin ningún tipo de clímax o momento cumbre y plagado de fallos garrafales de los que te hacen bufar en sincronía con docenas de personas en mitad de la película. A Marta Etura el ya de por sí poco convincente personaje de vecina del 5ºB se le queda tremendamente grande y Alberto San Juan roza la vergüenza ajena (a pesar de ser, a mi juicio, un buen actor). Los personajes secundarios se diluyen en la historia principal en lugar de desarrollarse por sub-tramas y se hacen tan prescindibles que alcanzan un punto cómico. Los planos y la fotografía recuerdan tanto a Polanski que resulta indignante (o debería resultar) para un director como Jaume, autor de obras como “Frágiles” o “REC”, auténticos clásicos del cine español de terror. En algunos momentos incluso César intenta recordarnos al terrorífico Norman Bates en un pésimo intento de imitación a la gallega.
En definitiva, una película que no merece la pena pagar por ver, soporífera, sosa y aburrida. Aunque sin duda me quedo con la frase que más escucho cuando salgo de una sala de cine y que anoche, por supuesto, escuché. “No está tan tan mal para ser española”. Diga que sí, oiga, con dos cojones.
Fafi3
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