De un cineasta como Eugenio Martín se podía esperar bastante más porque la película tiene una primera media hora bien prometedora para caer después en una cierta monotonía, en la que al espectador le da tiempo incluso a aburrirse. No obstante, analizada en general no entra dentro de lo peor que en cine terrorífico se ha realizado en España y además su argumento filmado en Estados Unidos sería incluso insoportable, porque siempre el cine español ha estado más comedido dentro de este género cinematográfico que el americano que en general ha resultado mucho más truculento. En "Sobrenatural" el sentido de la truculencia está bien medido, resultando el film sólo moderadamente efectista. Aunque no se exprimieron del todo las posibilidades del planteamiento general para hacer un film de terror que mantuviera del todo atento al espectador, la película puede resultar aceptable para aficionados al terror sin demasiadas exigencias. Durante la primera mitad hay varios convincentes golpes de efecto como la mano del muerto que cobra vida o el conductor que hace un movimiento brusco sin estar seguro de si ha atropellado a alguien. Las ilustres veteranas Cándida Losada y Lola Lemos están muy convincentes en sus papeles. La elección de Cristina Galbó para el papel protagonista es uno de los mayores aciertos de la película.