Y yo me creía que la vengonzosa Batman Forever era insuperable en cuanto a mediocridad
pero estaba muy equivocada, ¡vaya que si lo estaba! Esta cuarta entrega de las aventuras de Batman se puede calificar de chiste y da la impresión de que Joel Schumacher quería personajes aún más histriónicos y excéntricos que en Forever, y el resultado es una burda caricatura del caballero oscuro.

Comencemos con el reparto, George Clooney es el peor Batman de la historia, y no porque
este actor sea mediocre (que no lo es), es que embutido en ese horrendo traje que le hacen ponerse no pega esa mirada sensual y el aire de galán, ¡venga hombre! que Batman es un tío duro. Arnold Schwarzenegger, más que horrible, ridículo y sobreactuación de dos pares, los gestos de su cara al salir de la piscina (o lo que sea eso) no se me olvida fácilmente. Alicia Silverstone, ¿qué hace esta chiquilla aquí? el personaje de Batwoman es un relleno, y la chica no da para mucho en su actuación. En la parte menos negativa tenemos la actuación de Uma Thurman, para mí de lo mejor de la película, puede que algo exagerada, pero teniendo en cuenta el estilo de la peli no desentona demasiado. Chris O´Donnell, odiado en su primera
aparición en Batman Forever, en esta no me irrita.

Las dos pelis de Joel, comienzan de forma parecida, presentación del traje por piezas, culos y
paquetes incluidos, chiste fácil y ¡toma acción sin presentaciones ni leches! Forever es mala pero me gusta el estilo arquitectónico de Gotham, parecido al que vimos en las pelis de Tim Burton, en cambio, Batman y Robin no tiene nada que ver con el personaje del cómic, cambia por completo la estética de la ciudad, la personalidad de Batman, Gordon no tiene ningún protagonismo y bueno, los trajes son los más ridículos y horteras de la saga.