Si hablamos del período Brosnan interpetando al 007, se suele subestimar esta cinta en favor de Goldeneye y no entiendo por qué, ya que objetivamente la considero superior. En "El mañana nunca muere" hallamos acción intensa, un villano megalómano que se ubica entre los más carismáticos de la franquicia, esbirros con personalidad y presencia (Dr.Kaufmann, Stamper), una historia verosímil y todos los clichés del personaje del 007 plasmados en su justa medida. La película alcanza cotas altísimas en su primera hora para después decaer un poco, ya que se centra en la acción pura y dura, dejando de lado la clase, el cinismo y astucia propia del Bond de Brosnan.