El problema con las películas de humor es que además de que el humor es uno de los aspectos más cambiantes de la sociedad, va por gustos. Hay personas (como yo) que el humor absurdo le gana, otras que prefieren el humor negro sin pudor ninguno y otras que prefieren el humor simple, inteligente y lo más políticamente correcto posible. Por eso, "El Gran Lebowski" era una cinta que tarde o temprano tenía que ver.

Jeffrey "El Nota" Lebowski (Jeff Bridges) vive una vida tranquila jugando a los bolos con su amigo Walter Sobchak (John Goodman) hasta que un día unos hombres entran a extorsionarle a cambio de dinero y le mean en la alfombra, confundiéndole con el magnate Jeffrey Lebowski (David Huddleston). "El Nota" irá a reclamar una alfombra nueva a este Lebowski, lo que le acabará metiendo de lleno en un mundo criminal del que no tendrá salida fácil.

La cinta de los Coen es una ida de olla encabezada por dos grandes actores: Jeff Bridges como "El Nota" y John Goodman como su fiel amigo Walter Sobchak. Y aunque el personaje de Bridges es desde luego un gran punto, sin duda no sería nada sin el desequilibrado Walter que le pone al límite con sus ocurrencias y comportamientos que sin duda le dan ese remate definitivo a su comedia. Todo esto dirigido por los hermanos Coen, que consiguen crear una comedia tanto divertida como absurda que no baja los brazos y me atrevería a decir incluso que va de menos a más.

Los hermanos Coen consiguen hacer su pequeña "La Vida de Brian" con esta cinta donde la pareja Goodman-Bridges se comen la pantalla con sus personalidades contrapuestas y sus locuras. Una cinta bastante recomendable con la que las risas están aseguradas.