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Voto de Juan Roures:
3
Comedia. Drama Dom Hemingway (Jude Law) es un hábil y arrogante ladrón de cajas fuertes, un tipo listo y algo perturbado que rebosa una exultante energía. Después de doce años en prisión, Dom vuelve a las calles de Londres dispuesto a cobrar lo que le deben por mantener la boca cerrada y no delatar a su jefe, Mr. Fontaine (Demián Bichir). Dom intenta además recuperar el contacto con su hija (Emilia Clarke), de la que se ha distanciado, pero pronto se ... [+]
21 de mayo de 2014
19 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dom Hemingway es Jude Law y Jude Law es Dom Hemingway. Para bien o para mal. Y es que nunca estuvo el elegante actor inglés (perfecto en 'El talento de Mr. Ripley', 'Closer', 'My blueberry nights', 'El gran hotel Budapest'...) tan vulgar ni tan desagradable. Nunca salieron tantas palabrotas de su boca. Nunca estuvo menos atractivo. Y, sin embargo, nunca le vimos tanto tiempo en pantalla.

Jude Law realiza una buena interpretación como un personaje que, sencillamente, es demasiado chillón y desagradable para resultar apreciable. Además, se enfrenta a uno de los peores guiones de su carrera: uno que carece de verdadera credibilidad dramática y no sabe paliar esto con buenos toques de humor. De hecho, el reparto parece pasárselo mejor que el público, entre el que apenas se escuchan un par de risotadas ocasionales. La película, simplemente, no hace gracia. Y los insultos y vulgaridades menos. Habrá quien diga que no es una película para cualquiera, porque solo algunos podrán disfrutar sus chistes, pero es que, realmente, no hay chiste alguno con el mínimo interés.

No obstante, hay que reconocer al film una originalidad, así como la facultad de cambiar constantemente de género y tono. Además, algunos planos son bastante novedosos, especialmente el del accidente de coche, y la agradable ambientación en ocasiones logra paliar la vulgaridad del guión. Por lo demás, es por completo prescindible y olvidable, con una trama que se desarrolla sin sentido hasta un final tan predecible como carente de interés.

No os enfrentéis a ella (especialmente en la versión doblada, pues a menudo os resultará imposible adherir las voces a los personajes que las poseen) a menos que queráis pasar un rato de estridentes gritos y palabrotas injustificadas sin la mínima gracia.

Juan Roures # La estación del fotograma perdido
Juan Roures
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