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Voto de topati:
6
2022
Matt Duffer (Creador), Ross Duffer (Creador) ...
7.5
16,123
Serie de TV. Fantástico. Aventuras
La historia se retoma seis meses después de la batalla en el centro comercial Starcourt, que trajo terror y destrucción a Hawkins. Luchando contra las secuelas, nuestro grupo de amigos está separado por primera vez y tiene que afrontar las complejidades del instituto, lo que no les pone las cosas nada fáciles. En este momento, el más vulnerable de todos, surge una nueva y terrorífica amenaza sobrenatural que representa un nuevo y ... [+]
1 de junio de 2022
16 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras una tercera temporada con grandes momentos y otros para olvidar, la cuarta temporada tenía que responder a muchas respuestas.
Y en el volumen 1 de la 4ª temporada, se resuelven algunas de ellas, aunque no con el mismo acierto y con una introducción de nuevos personajes, que no aportan nada a la historia o al reparto en general.
Hopper está vivo, eso ya se sabía en la escena poscréditos del último episodio de la temporada tres. Los Byers se mudan a otra ciudad y Once ha perdido sus poderes. Hasta ahí, lo que sabíamos.
Por desgracia, aunque los episodios se han alargado y el presupuesto ha aumentado hasta la friolera de 30 millones de dólares por capítulo, ya se conoce el dicho, la potencia sin control no sirve de nada. Y aquí se prueba dicho refrán.
El primer capítulo es aburrido, inerte e innecesario. No aporta nada y se convierte en un tostón de tres pares de narices. Sólo a partir del segundo, se empieza a vislumbrar algo interesante, desarrollando varias historias simultáneamente (once con will, los heladeros, hopper en Rusia y Joyce)
El nuevo enemigo, Vecna, da más pena que otra cosa, y no impresiona como lo hacía el azotamentes, por ejemplo. Aunque dejan caer que es sólo un peón de éste.
Como decía antes, los nuevos personajes, un marginado enganchado a D&D y un flipado reparte pizzas, no aportan nada a la historia, son aburridos y tediosos, provocando la vergüenza ajena. Podrían habérselos ahorrado y dedicar esos minutos a desarrollar más a los personajes ya conocidos. O al menos, no dejarlos en tercer plano, como a Will, que no hace nada interesante durante los episodios, pasando de principal en las dos primeras temporadas a un personaje poco reconocible y con poco que aportar a la trama.
Muchas críticas se vanaglorian en la madurez de esta temporada, pero para nada es así, teniendo aún algunas escenas o diálogos que dan que pensar.
No se como acabará con el Volumen 2, pero esta cuarta temporada, tras dos años de rodajes, un aumento exponencial del presupuesto y un nuevo lugar donde desarrollar la historia, se ha quedado coja.
Y en el volumen 1 de la 4ª temporada, se resuelven algunas de ellas, aunque no con el mismo acierto y con una introducción de nuevos personajes, que no aportan nada a la historia o al reparto en general.
Hopper está vivo, eso ya se sabía en la escena poscréditos del último episodio de la temporada tres. Los Byers se mudan a otra ciudad y Once ha perdido sus poderes. Hasta ahí, lo que sabíamos.
Por desgracia, aunque los episodios se han alargado y el presupuesto ha aumentado hasta la friolera de 30 millones de dólares por capítulo, ya se conoce el dicho, la potencia sin control no sirve de nada. Y aquí se prueba dicho refrán.
El primer capítulo es aburrido, inerte e innecesario. No aporta nada y se convierte en un tostón de tres pares de narices. Sólo a partir del segundo, se empieza a vislumbrar algo interesante, desarrollando varias historias simultáneamente (once con will, los heladeros, hopper en Rusia y Joyce)
El nuevo enemigo, Vecna, da más pena que otra cosa, y no impresiona como lo hacía el azotamentes, por ejemplo. Aunque dejan caer que es sólo un peón de éste.
Como decía antes, los nuevos personajes, un marginado enganchado a D&D y un flipado reparte pizzas, no aportan nada a la historia, son aburridos y tediosos, provocando la vergüenza ajena. Podrían habérselos ahorrado y dedicar esos minutos a desarrollar más a los personajes ya conocidos. O al menos, no dejarlos en tercer plano, como a Will, que no hace nada interesante durante los episodios, pasando de principal en las dos primeras temporadas a un personaje poco reconocible y con poco que aportar a la trama.
Muchas críticas se vanaglorian en la madurez de esta temporada, pero para nada es así, teniendo aún algunas escenas o diálogos que dan que pensar.
No se como acabará con el Volumen 2, pero esta cuarta temporada, tras dos años de rodajes, un aumento exponencial del presupuesto y un nuevo lugar donde desarrollar la historia, se ha quedado coja.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Introducir nuevos personajes se antoja necesario cuando los desarrollos de los personajes no dan más de si o el público al que se dirige la serie cambia, ya sea por edad u otros intereses.
A pesar de lo anterior, en Stranger Things no es necesario, y la inclusión del semi-Bon Jovi que es perseguido por estar en el sitio equivocado en el lugar equivocado, no es útil y aún me pregunto que interés tiene para el público. No sólo se pasa la temporada corriendo de un lugar a otro, sino que no se desarrolla al personaje, no se conoce apenas nada de él y se une al grupo por inercia (como está ahí, pues ale, otro más), así no se hacen las cosas.
Peor aún es la aparición del amigo fuma hierba de Jonathan, un trabajador de una pizzería con unas melenas que ya me gustaría que sanidad se pasara por el citado local y le metiera un puro por ausencia de manipulador de alimentos. Pero esto es USA y son los 80, ¿a quién le importa?, no sólo como personaje, sino que su guion es superfluo y carente de sentido, pensando más en los porros que en otra cosa. Un inútil total. Cero interés. Espero que al menos lo maten rápido y así hacen un favor a los telespectadores.
De nuevo aparece la insoportable Erica, aunque por suerte, con menos minutos que en la tercera temporada. Esa entrada con la bandera americana a la espalda, demuestra una vez más el estúpido patriotismo norteamericano, para un personaje que merece la peor de las muertes.
Qué decir de Once sin poderes, que pierde todo el interés de la audiencia en el primer capítulo, donde no aparece Hopper y se nota a leguas que el peso de la seria ya no pasa por Once (sin sus poderes), sino por el policía de Hawkins. Cuando éste no aparece, la serie baja varios puntos en interés.
La detención de Once es poco ajustada a la realidad y sólo un hecho para llevarla lejos de Mike. ¿Quién entra en la cárcel por pegar a otro crío?, ojo, que hablamos del país de las armas automáticas. Sin sentido.
Suzzie, la novia de Dustin aparece de nuevo, con un papel friki al máximo, que se traga unas bolas increíbles de los amigos de Dustin. Van a buscar una consola de videojuegos competencia de Nintendo. Patético y falto de sentido y originalidad. Como no, ella sabe lo que es una IP, minería de datos e internet en 1987, ¡TOMA MORENO!
Mejor no hablar del rollo religioso de la familia de la misma, ¿a qué demonios viene eso?
Más esperanzas albergaba en Robert Englund, que actúa de urna receptora del mal, pero apenas son unos minutos en un monólogo falto de interés y que no pone a prueba al gran actor que es, de nuevo, una oportunidad perdida.
Todo lo contrario ocurre con nuestro amigo Murray, que ha conseguido ganarse al público, no sólo por su habilidad de la lengua rusa, sino por sacar del atolladero a Joyce y Hopper, lo que es de especial mención. Este personaje si merece mayor interés.
A pesar de lo anterior, en Stranger Things no es necesario, y la inclusión del semi-Bon Jovi que es perseguido por estar en el sitio equivocado en el lugar equivocado, no es útil y aún me pregunto que interés tiene para el público. No sólo se pasa la temporada corriendo de un lugar a otro, sino que no se desarrolla al personaje, no se conoce apenas nada de él y se une al grupo por inercia (como está ahí, pues ale, otro más), así no se hacen las cosas.
Peor aún es la aparición del amigo fuma hierba de Jonathan, un trabajador de una pizzería con unas melenas que ya me gustaría que sanidad se pasara por el citado local y le metiera un puro por ausencia de manipulador de alimentos. Pero esto es USA y son los 80, ¿a quién le importa?, no sólo como personaje, sino que su guion es superfluo y carente de sentido, pensando más en los porros que en otra cosa. Un inútil total. Cero interés. Espero que al menos lo maten rápido y así hacen un favor a los telespectadores.
De nuevo aparece la insoportable Erica, aunque por suerte, con menos minutos que en la tercera temporada. Esa entrada con la bandera americana a la espalda, demuestra una vez más el estúpido patriotismo norteamericano, para un personaje que merece la peor de las muertes.
Qué decir de Once sin poderes, que pierde todo el interés de la audiencia en el primer capítulo, donde no aparece Hopper y se nota a leguas que el peso de la seria ya no pasa por Once (sin sus poderes), sino por el policía de Hawkins. Cuando éste no aparece, la serie baja varios puntos en interés.
La detención de Once es poco ajustada a la realidad y sólo un hecho para llevarla lejos de Mike. ¿Quién entra en la cárcel por pegar a otro crío?, ojo, que hablamos del país de las armas automáticas. Sin sentido.
Suzzie, la novia de Dustin aparece de nuevo, con un papel friki al máximo, que se traga unas bolas increíbles de los amigos de Dustin. Van a buscar una consola de videojuegos competencia de Nintendo. Patético y falto de sentido y originalidad. Como no, ella sabe lo que es una IP, minería de datos e internet en 1987, ¡TOMA MORENO!
Mejor no hablar del rollo religioso de la familia de la misma, ¿a qué demonios viene eso?
Más esperanzas albergaba en Robert Englund, que actúa de urna receptora del mal, pero apenas son unos minutos en un monólogo falto de interés y que no pone a prueba al gran actor que es, de nuevo, una oportunidad perdida.
Todo lo contrario ocurre con nuestro amigo Murray, que ha conseguido ganarse al público, no sólo por su habilidad de la lengua rusa, sino por sacar del atolladero a Joyce y Hopper, lo que es de especial mención. Este personaje si merece mayor interés.