Como era de esperar, la última película estrenada de la saga Paranormal Activity no tiene nada diferente ni espectacular que destacar al resto. Es cierto que a medida que la saga avanza, el director Gregory Plotkin trata de explotar sus ideas, haciendo que cada película conserve su trama pero sea muy diferente al resto, no obstante al igual que en el anterior film Paranormal Activity: The Marked Ones, Plotkin expande la historia y trata de hacerla llegar al público de forma diferente, pero en este caso todo es reducido a una simple película mas en el genero del terror; las interpretaciones poco creíbles, los diálogos absurdos, ese intento de sacar más historia de donde ya no hay nada, la trama que llegaría a ser cansada de no ser por el final, en el que hay que reconocer que el director consigue captar tu atención, solo que a esas alturas del filme, de poco sirve. En pocas palabras esta película es solo una más de la popular pero aun así no muy conocida saga y otra basura que se añade a la lista de películas comerciales de la industria del terror.