La primera mitad de la película es buena. Pepón Nieto no necesita esforzarse (o eso parece) para resultar cómico siempre. Rossy de Palma está enorme y el papel le va como anillo al dedo. El ritmo decae cuando entran en escena los otros personajes, que aportan poco, y el guion parece escrito en esa parte por otra persona. El final remonta un poco, pero me sigo quedando con la primera parte.

El tema que aborda parece estar de moda de un tiempo a esta parte y resulta interesante que se aborde desde el humor. En modo cortometraje hubiera resultado más redonda.