Pues sí, porque por fin se acaba la saga de Rocky. Dada la gran capacidad de Rocky a expresarse (y a sus amigos a hablar con la misma soltura que él.) tenemos diálogos como: "Los boxeadores boxean" o "Aguanta casa...". Eso era de esperar ya que Rocky es Rocky, lo que intento decir es que para esta sexta parte se tira de las cosas cosas que hizo famoso al Rocky de los 80: Autosuperación, malos diálogos, amigos fieles más que fieles, nostalgia... Nada se renueva es esta parte. Dura poco más de una hora y media, pues bien,nos la venden como una película de boxeo; boxeo es Million Dollar Baby o Toro Salvaje, esta película solo nos muestra como es la vida de Rocky tras su retiro y después, para alegría de sus fan, un combate de 15 minutos "made in Rocky".

He de decir que me partí el culo con las conversaciones de Rocky y de como Stallone tiene la habilidad de cagarla con frases malísimas o con tópicos tipo: Madre blanca sola con hijo de color al que el protagonista trata de conquitar y con el que confiaría para irse con él a un bombardeo. ¿Exagero? No. Toda la película es así, todavía no me entra en la cabeza la puntación que tiene en esta web, espero que con el tiempo cambie.

Esta película no pasa ni por interesante. Su planteamiento es flojo; solo nos quiere mostrar el último combate, pero claro, meterlo a saco sería muy fuerte para los USA, por eso nos mete una tajada de una hora antes de empezar a entrenar.

En fin, por fin Rocky deja de pelear. Por eso tiene un dos, bueno y por el momento en que sale la música, pero no por los planos, si no por el tema principal que desde siempre me ha gustado.