Bien realizado drama cuya sinopsis podría sonar a la típica y predecible cursi historia del enfermo terminal, y lo es, pero por la credibilidad del guión y sus buenas actuaciones resulta una cinta muy auténtica y digna de verse. Al inicio especialmente es interesante la forma poco condescendiente de manejar el tema, situación que va cambiando hasta caer cada vez más en el convencionalismo, con menos espontaneidad y algo de cursilería pero al menos no de una manera forzada. Dakota Fanning, quien no envejeció con la gracia que se esperaba, da realismo a su personaje y resulta el mejor elemento de la película. El co protagonista por otro lado, es casi un personaje cliché, simple y poco profundo pero cumple bien con su parte en la historia y está actuado con suficiencia. El final busca un poco el sentimentalismo, quitándole un poco de la originalidad con que se aborda el tema, que tampoco es mucha. En su género no hay gran aporte ni es una cinta imprescindible, pero vale la pena.