Me gusta el sentimiento de nostalgia que se puede respirar durante toda la proyección, el anhelo hacia una época pasada que, evidentemente, fue mejor. Una época dorada.
No importa cual, solo que no sea la que te ha tocado vivir.

Como Gil, en ocasiones creo que debería haber nacido en otra época cuando los genios daban inicio con sus obras transgresoras a corrientes artísticas innovadoras y críticas, cuando la música, la literatura y el cine aún no se habían convertido en una industria cultural y los grandes maestros marcaban las pautas de lo que serían hoy en día los géneros… No hay más que mirar atrás para darse cuenta de que cualquier tiempo pasado fue mejor. De que el pasado es la base de nuestro presente y que a pesar de los avances seguimos reinventándolo tratando de que parezca algo distinto u obra nuestra.

Quizá sobrevalorar el pasado sea consecuencia de la dificultad que conlleva apreciar el presente. No puede verse con tanta claridad y asentamiento, es un periodo latente y aún por analizar. La mayoría de los grandes genios no lo fueron mientras vivían en su tiempo sino cuando ya se convirtieron en clásicos. Lo innovador o transgresor no suele tener buena acogida necesita de un tiempo de reposo para que su valor sea asimilado y observado desde otra óptica. En el caso del impresionismo tan apreciado hoy día recibió su nombre con ironía y escepticismo.

Afortunadamente aún quedan pequeños recovecos en el mundo que irradian historia de modo que permiten viajar a otra época con solo mirarlos.