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España España · Madrid
Voto de Manui3rk:
3
Thriller. Acción. Terror Red (Nicholas Cage) es un leñador que vive alejado del mundo junto al amor de su vida, Mandy (Andrea Riseborough). Un día, mientras da un paseo abstraída en una de las novelas de fantasía que suele leer a diario, Mandy se cruza sin saberlo con el líder de una secta que desarrolla una obsesión por ella. Decidido a poseerla a cualquier precio, él y su grupo de secuaces invocan a una banda de motoristas venidos del infierno que la raptan ... [+]
19 de diciembre de 2023
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando terminé de ver Mandy, sentí la necesidad de entender que me había hecho sentir. Una forma muy buena, es poner sobre el papel (digital en este caso) los pensamientos y reflexiones. Y la verdad, es que cuando pensaba en cómo redactaría dicha crítica, sopesaba el esfuerzo del director, de la fotografía, de los actores. Sin embargo, viendo lo endiosada que está dentro de su nicho, he decidido tratarlo como ellos mismos tratan a la cina; como una obra de arte. Y sintiéndolo mucho, el arte es subjetivo.

Queda claro que esto tiene su público. Pero esta es mi apreciación, y lo haré bajo mis propios términos.

Por la nota que le he puesto se puede deducir que no voy a hablar bien de ella, ¿verdad? Sin embargo, sí que creo que la cinta tiene cosas buenas. Empezaré por ahí.

Alguien dijo que Mandy es la versión fílmica de un disco de Heavy Metal; y creo de veras que esa es la intención está ahí. Es una película romántica, y no en el sentido que uno acostumbra a usar en el cine. Hay romance por la venganza, por el odio, por la sangre y por la suciedad; plasmado en la cinta con un gusto exquisito como ya hizo Hooper en el 74 con aquel particular caserón de Texas. La cinta es, a medias, una balada y una potente canción tocada con ira. Una carta de amor al cine de terror ochentero y al de acción más desfasado.

Y, sin embargo, siendo una cojonuda intención, la ejecución no acompaña a la idea.

La cinta viene en dos trozos diferenciados con las drogas como hilo conductor; una explicación (casi un mcguffin) a lo religioso, a lo demoniaco. Y, a la vez, uno padece la necesidad de estar drogado para dejarse llevar por la narrativa.

Hablo de un director que se ha flipado muy fuerte. Planos cerrados, oscuros, casi incomprensibles. Filtros visuales tan a tope que parecen más salidos de una chapuza con DaVinci Resolve que de una intención final. Flashazos continuos que molestan y son una trampa letal para epilépticos (En serio, si padecéis, alejaos de este metraje), gente que habla lentísimo, planos que discurren lentísimos, sin contar que hay cámara lenta hasta para las acciones más mundanas.

En serio; entiendo que el director requiera hacer gala de un apartado visual único para buscar su propia firma. Eso no es malo; pero cuando lo juntas a la narrativa del film, lo único que saco en claro es que no puedes escribir una novela repleta de cagadas ortográficas y decir "¡Oígan! ¡Es que este es mi rollo! ¡Es arte!".

La primera mitad es lenta como el infierno. Y esto no sería necesariamente malo si no fuera porque esa lentitud se consigue a base de lo dicho arriba; planos casi ilegibles con filtros metidos sin mesura, cámara lenta, gente hablando lento... La peli se hace sumamente cargante hasta lo que todos esperamos; la llegada del Nicolas Cage desatado. Y, lo siento, no compensa.

Porque aquí viene mi mayor problema. La película es un coñazo. ¿Como puedes hacer una cinta que desconozca el significado de "mesura" o "sutilidad", que parezca que alguien forzó al máximo la palanca que añade locura, y hacerla aburrida?

Peor todavía. Concordando con que Mandy es una portada de un disco de Heavy Metal ¿Cómo coño haces que el Heavy Metal se sienta aburrido?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Manui3rk
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