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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
5
Ciencia ficción. Acción Portovenere (Italia), 1936: tras presenciar la matanza de su familia, Tadzio De Santis, un niño-prodigio, es sometido a crueles experimentos por los científicos de Hitler y Mussolini. La Dra. Vaselli, que participaba en esos experimentos, decide desertar y huir a América... California (USA), 1943: Steve Rogers, un joven con polio, se presenta como voluntario para un experimento militar que le convertirá en el primero de un ejército de ... [+]
28 de mayo de 2016
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de pasar a cuchillo la película, quiero hacer una reflexión sobre la Marvel de 1990, las películas de superhéroes de entonces y las de Marvel en particular.

El género superheroico nunca fue valorado por crítica y público, eso de gente con pijamas de colores dando tortazos solo servia para reirse un rato en films mediocres y de bajo presupuesto. Los antecedentes sesenteros como Argoman, Los tres supermanes, Batman de TV, etc eran risibles e incluso paródicos (aunque no lo pretendiesen). Una excepción entre tanta mediocridad fue el Superman de Donner, aunque el traje con el calzoncillo por fuera que llevaba el llorado Christopher Reeve resultaba igualmente ridículo y la historia en si era floja, con un planeta Krypton de pena, unos villanos ridículos (¿porque a Lex Luthor le acompañan dos personajes estúpidos como el de Ned Beatty y la de Valerie Perrine?) que reflejaba que los guionistas no tenian ni idea de los comics ni la más mínima intnción de respetarlos. En los 90, Tim Burton perpetró un film, Batman, que era en el fondo una revisión de la serie de TV, que no del comic, y volvió a cometer las mismas torpezas que antaño: historia mediocre y ridícula, un villano patético y risible que versionaba al que César Romero interpretaba en la serie de TV, con sus masillas incluidos, y como guinda, un error monumental de casting al poner a Keaton como Batman.

En TV no andábamos mejor y de eso sabe mucho Marvel, que buscaba expandirse al audiovisual sin suerte con peliculas y teleseries con intérpretes. La serie de La Masa era execrable al igual que las tres películas de Spiderman que se rodaron en los 70-80 y que eran para televisión, o la del capitán América, Doctor Extraño, Nick Furia. Eran telefilmes rancios, de bajo presupuesto y donde el Universo Marvel brillaba por su ausencia. Estos subproductos aprovechaban los personajes pero su tratamiento era el de una serie típica de esos años, como Kung-fu, El Inmortal o incluso el Equipo-A; así en La Masa, Bruce Banner iba buscando no-se-qué y llegaba en cada episodio a un pueblo donde ayudaba a alguien, venían los militares y se iba.

Así llegamos a este Capitán América, mediocre donde los haya y guionizado por gente que no respeta, incluso desprecia, las décadas de comics escritos sobre el personaje y las maravillosas historias que ignoraron a conciencia. Se puede aceptar la herejía, como pasa con casi todas las películas actuales de superhéroes, siempre y cuando no traicionen la esencia del personaje, lo que en este filme sí ocurre. El Capitán américa en este filme no es heroico ni épico, es un pringado al que le pesa el escudo y la responsabilidad. Y esto es lo más deprimente del filme.

El filme arranca en los años 30 y 40, con la creación del Craneo Rojo (que aquí es italiano!) y del Capi. No hay Doctor aleman que le cree, sino una doctora italiana que juguetea con la mano de Steve Rogers. El supersoldado americano no sabe ni pelear y le derrota Craneo Rojo en dos segundos. Lo encuentran en el hielo en los 80 y aquí el filme pasa a ser una buddie movie, en la que el capitán y Sharon buscan al Cráneo paa vencerle. Lo que resulta patético es que el Capitán América apenas pelea, siempre huyendo de los matones, en bicicleta, coche o corriendo. Un cobarde. Un meapilas ¿Como toleraste esto, Stan?. Solo al final combate con el Cráneo y sus secuaces, ayudado por el presidente de los USA que da más mamporros que el Capi.

El filme es de bajo presupuesto, aunque su director, Albert Pyun, especialsta en películas de serie Z, fue capaz de rodar algo similar a una serie B decentita, con persecuciones y escenas de acción muy de los 80-90. Una buddy movie como tantas otras, como Warlock, por poner un ejemplo. Le lastró la falta de medios. Parece ser que rodó mucho más y que todo ello desapareció por un montaje infame que explica las incongruencias que se advierten entre escenas. En cuanto a los actores, Matt Salinger es la viva personificación del Capitán América de Jack Kirby, con ese rostro anguloso y básico que dibujaba su creador; por su parte Scott Paulin recrea un Craneo Rojo ominoso, siendo lo mejor del filme y una buena actuación.

Para los aficcionados al comic, decir que en el filme crean a la hija del Cráneo Rojo, que aún no existía en los cómics y parecen definir a una especie de Hydra, ya que la gente del Cráneo se atribuye los asesinatos de Kennedy, Luther King y demás desastres tras la guerra.

¿Como calificar al filme? Con los ojos actuales, tras las maravillas de Marvel, debería considerarse infame, pero en aquellos años, con los bodrios que llegó a producir Marvel, era aceptable, dentro de sus limitaciones. Pero no es el capitán Ámérica. Es otra cosa. El Capitán Agobiado, más bien.

No obstante, un aviso: solo para incondicionales de la historia del cine de superhéroes.
Quinto Sertorio
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