Si se ven de tirón las tres películas de Men in Black se observa una homogeneidad en todo: en el ambiente, humor, chistes, marcianos repugnantes y babosos, malos decepcionantes y dientudos, famosos alienígenas en las pantallas de la base, armas grandes y pequeñas, las mismas sorpresas en los vehículos, las mismas sandeces en la investigación... Si te gustó la primera te gustarán las restantes. Ni más, ni menos.

No obstante en esta si se le notan los años a los protagonistas, sobre todo a Tommy Lee Jones, pero eso es lo único novedoso. El viaje en el tiempo ni se nota, apenas cuatro chistes vacuos sobre la integración racial, y unos planos de unos hippies y ya está. Es gracioso el gag a cuento de Andy Warhol y su Factory, pero es que es tan superfluo a lo que lo piensas...

En el tiempo ya viajó Marty McFly, Austin Powers y ahora los hombres de negro...¡pues vale!Por lo demás, ninguna novedad. El presunto sentimentalismo en una escena que se supone degarradora para cambiar el carácter a K (Tommy Lee Jones) queda en algo descafeinado y vacuo, como en parte toda la película. Se ve rápido y se olvida de igual manera. Pero está bien.