Película de episodios de terror de Mario Bava, donde como siempre pasa en este tipo de películas, los episodios están a distinto nivel, y eso que esta vez el director es el mismo.

En el primero, una atractiva chica es acosada y amenazada de muerte por teléfono una noche. Se trata de un giallo correcto aunque no genial, con sus giros argumentales típicos del subgénero, que se hace ameno y tiene una justa dosis de suspense.

El segundo me parece el más flojo, ya que se trata de la típica historia de vampiros gótica, con todos los tópicos del género, protagonizado por Boris Karloff y Mark Damon. No aporta nada nuevo al género.

El tercero es, a mi parecer, el mejor. Tiene una cualidad que sobresale claramente, y es que da miedo. Una de las pocas veces que una película de terror me ha dado miedo durante un momento, después de ver cientos y cientos de películas en las que esperaba ese efecto y quedar defraudado. La historia, la ambientación, lo que se ve y lo que solo se intuye constituye un todo claustrofóbico, produce auténtica congoja y, vale, la muerta puede parecer cutre, pero da un miedo acojonante.

Una buena opción para ver en Halloween habiendo preparado una trampa-susto para los invitados por cuenta de la muerta de marras.