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Thriller
Will Graham (William Petersen) regresa a la policía persuadido por un compañero. Encargado de la difícil tarea de dar caza a un escurridizo asesino que ataca sólo los días de luna llena, Graham decide emplear métodos poco convencionales. De este modo, recurre al doctor Hannibal Lecter (Brian Cox), otro asesino en serie, para entrar en la mente del asesino, pero esto le llevará a estar expuesto a la inteligencia de un genio poniendo en ... [+]
5 de junio de 2006
23 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la primera crítica que me animo a escribir, y lo hago indignado por la cantidad de comentarios positivos que he oído y leído acerca de este homenaje a la serie B.
Bueno, ¿por dónde empezar? Ah, sí William Petersen, cómo no. Qué actorazo. Desde Steven Seagal no veía tal habilidad para no cambiar el gesto en toda la película. En serio, tiene mérito. Consigue que la sosa interpretación de Edward Norton se convierta en apasionante. El Will Graham de "Hunter" es plano, plano, plano...
Lo del personaje de Jack Crawford (Dennis Farina) tiene delito: básicamente, se trata de una guía para espectadores imbéciles. Cada vez que descubren una pista, Crawford se encarga de explicarlo repitiéndolo hasta la saciedad por si alguien no se había enterado. Todo un homenaje a la sutileza.
Lecter... bueno, qué quieren que les diga, amigos. La culpa no es de Brian Cox (que realiza una intepretación correcta), es simplemente que el personaje es tan plano, mediocre y tan poco inquietante que parece increíble que lleve el mismo nombre que el que interpretó magistralmente Hopkins. Aparte de que tiene un olfato notable, ¿dónde está la gran inteligencia, la sutileza, los modales exquisitos (que lo hacían mucho más terrorífico), y sobre todo: dónde esta el monstruo, el asesino implacable y cruel, el canibal? Yo se lo digo: en "El silencio de los corderos". Mejor vean esa.
Toda la película es una relación de tópicos (pruebas cogidas por los pelos, periodistas malvados, un policía traumatizado que decide volver al trabajo para atrapar al asesino...), que, extrañamente, en "El Dragón Rojo" funcionaban, y aquí dan risa. Supongo que Michael Mann no estaba muy motivado, si no no se explica semejante apatía en la realización. En fin, no se molesten en verla, ni siquiera para comparar; vean "El Dragón Rojo", que sin ser ninguna obra maestra, por lo menos no estás pensando en apagar la tele cada tres minutos, ni descojonándote de la risa en escenas supuestamente dramáticas. De acuerdo, era mucho más fácil hacer esa película (y "Hannibal") partiendo del insuperable film de Jonathan Demme; pero eso no quita que sea, sencillamente, una película mejor interpretada, mejor dirigida, con una atmósfera más inquietante, con un villano más complejo e interesante, y con un guión diez veces más sólido que el de este subproducto.
Por cierto, dicen que esto es un thriller... ¿y dónde está la intriga exactamente?
Bueno, ¿por dónde empezar? Ah, sí William Petersen, cómo no. Qué actorazo. Desde Steven Seagal no veía tal habilidad para no cambiar el gesto en toda la película. En serio, tiene mérito. Consigue que la sosa interpretación de Edward Norton se convierta en apasionante. El Will Graham de "Hunter" es plano, plano, plano...
Lo del personaje de Jack Crawford (Dennis Farina) tiene delito: básicamente, se trata de una guía para espectadores imbéciles. Cada vez que descubren una pista, Crawford se encarga de explicarlo repitiéndolo hasta la saciedad por si alguien no se había enterado. Todo un homenaje a la sutileza.
Lecter... bueno, qué quieren que les diga, amigos. La culpa no es de Brian Cox (que realiza una intepretación correcta), es simplemente que el personaje es tan plano, mediocre y tan poco inquietante que parece increíble que lleve el mismo nombre que el que interpretó magistralmente Hopkins. Aparte de que tiene un olfato notable, ¿dónde está la gran inteligencia, la sutileza, los modales exquisitos (que lo hacían mucho más terrorífico), y sobre todo: dónde esta el monstruo, el asesino implacable y cruel, el canibal? Yo se lo digo: en "El silencio de los corderos". Mejor vean esa.
Toda la película es una relación de tópicos (pruebas cogidas por los pelos, periodistas malvados, un policía traumatizado que decide volver al trabajo para atrapar al asesino...), que, extrañamente, en "El Dragón Rojo" funcionaban, y aquí dan risa. Supongo que Michael Mann no estaba muy motivado, si no no se explica semejante apatía en la realización. En fin, no se molesten en verla, ni siquiera para comparar; vean "El Dragón Rojo", que sin ser ninguna obra maestra, por lo menos no estás pensando en apagar la tele cada tres minutos, ni descojonándote de la risa en escenas supuestamente dramáticas. De acuerdo, era mucho más fácil hacer esa película (y "Hannibal") partiendo del insuperable film de Jonathan Demme; pero eso no quita que sea, sencillamente, una película mejor interpretada, mejor dirigida, con una atmósfera más inquietante, con un villano más complejo e interesante, y con un guión diez veces más sólido que el de este subproducto.
Por cierto, dicen que esto es un thriller... ¿y dónde está la intriga exactamente?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Momentos clave de la interpretación de Petersen: cuando sale corriendo "histérico" después de permanecer impasible durante toda al entrevista con Lecter (no una persona aterrorizada intentando permanecer impasible, no; impasible a secas), y sus insultos al asesino subido al árbol, sin perder la cara de palo. De antología.
El momento en el que me planteé dejar de verla: cuando El Ratoncito Pérez (el único punto a favor respecto a "El Dragón Rojo": por lo menos los dobladores hicieron bien su trabajo, no usando el nombre incomprensible para el espectador español "el hada de los dientes) hace su aparición: casi una hora de película esperando para ver... ¿eso?
Otris insultos a la inteligencia:
- Will, que no puede ni oír hablar de Lecter, que si oye hablar de él se caga, en un momento dado, sin que venga a cuento, sin que Crawford se lo pida, y sin que sea necesario para el caso, decide ir a visitarle, "para recordar el perfil". Muy lógico, sí señor.
- Will investiga los alrededores de una casa semanas después de un crimen. Encuentra el envoltorio de una chocolatina, y una rama cortada y un símbolo tallado en un árbol. A continuación, aparece en el mismo escenario, ya de noche. Rodeado de veinte coches de policía. Claaaaaaaaro. "Jack, Necesito refuerzos, el envoltorio de la chocolatina me ha atacado".
- Los gritos del periodista al morir. ¿Cómo puede gritar, si le están desgarrando la boca a mordiscos?
- "Tú y yo solos, macho" - la frase.
- La escena en la que el hijo de Will oye un ruido y su madre recorre la casa es *SARCASMO ON* de lo más intrigante. Puro Hitchcock. No es en absoluto predecible. *SARCASMO OFF*
- La interpretación de la ciega. ¿Pero es que Joan Allen no ha visto una persona ciega en su vida? Y su historia con el asesino, que en "El Dragón Rojo" se entremezclaba hábilmente con la trama principal, aquí te la cuelan con calzador tan deprisa y corriendo y con una química tan nula que no te lo crees, y encima sientes que no viene a cuento. Y todo por empeñarse en no mostrar la cara del asesino hasta la mitad de la película (otro tópico).
- "Apague las luces del coche". Ahí, en medio del bosque, Crawford, con un par. En serio... ¿quién ha escrito esto? ¿No había una manera menos ridícula de conseguir que Will fuera él solo a la casa en plan machote?
- La banda sonora, en general.
El momento en el que me planteé dejar de verla: cuando El Ratoncito Pérez (el único punto a favor respecto a "El Dragón Rojo": por lo menos los dobladores hicieron bien su trabajo, no usando el nombre incomprensible para el espectador español "el hada de los dientes) hace su aparición: casi una hora de película esperando para ver... ¿eso?
Otris insultos a la inteligencia:
- Will, que no puede ni oír hablar de Lecter, que si oye hablar de él se caga, en un momento dado, sin que venga a cuento, sin que Crawford se lo pida, y sin que sea necesario para el caso, decide ir a visitarle, "para recordar el perfil". Muy lógico, sí señor.
- Will investiga los alrededores de una casa semanas después de un crimen. Encuentra el envoltorio de una chocolatina, y una rama cortada y un símbolo tallado en un árbol. A continuación, aparece en el mismo escenario, ya de noche. Rodeado de veinte coches de policía. Claaaaaaaaro. "Jack, Necesito refuerzos, el envoltorio de la chocolatina me ha atacado".
- Los gritos del periodista al morir. ¿Cómo puede gritar, si le están desgarrando la boca a mordiscos?
- "Tú y yo solos, macho" - la frase.
- La escena en la que el hijo de Will oye un ruido y su madre recorre la casa es *SARCASMO ON* de lo más intrigante. Puro Hitchcock. No es en absoluto predecible. *SARCASMO OFF*
- La interpretación de la ciega. ¿Pero es que Joan Allen no ha visto una persona ciega en su vida? Y su historia con el asesino, que en "El Dragón Rojo" se entremezclaba hábilmente con la trama principal, aquí te la cuelan con calzador tan deprisa y corriendo y con una química tan nula que no te lo crees, y encima sientes que no viene a cuento. Y todo por empeñarse en no mostrar la cara del asesino hasta la mitad de la película (otro tópico).
- "Apague las luces del coche". Ahí, en medio del bosque, Crawford, con un par. En serio... ¿quién ha escrito esto? ¿No había una manera menos ridícula de conseguir que Will fuera él solo a la casa en plan machote?
- La banda sonora, en general.