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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
3
Romance. Drama. Bélico Adaptación de una novela de Charles Frazier. A punto de terminar la Guerra Civil americana (1861-1865), Inman (Jude Law), un soldado confederado herido, vive una auténtica odisea para regresar a su casa en Cold Mountain (Carolina del Norte) y reunirse con su prometida Ada (Nicole Kidman), que lleva años esperándolo. En su ausencia, Ada tiene que afrontar enormes dificultades para sobrevivir, pero consigue sacar adelante la granja de su ... [+]
11 de julio de 2013
25 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os cuento. Una blanquísima Nicole Kidman, hija de buena familia, conoce a un fornido trabajador de la construcción, que no es otro que el bello Jude Law. Ella le lleva un vaso de sidra para que se refresque y entre sorbito y sorbito se enamoran. En esto que estalla la guerra de Secesión y él se va al frente. Vaya por dios. Dramón.

Nicole Kidman, la pobre, tiene que ponerse a trabajar, cosa que no había hecho en toda su vida de señoritinga sureña. Por suerte aparece muy oportunamente en su puerta Renée Zellweger con una cara rarísima, más hinchada si cabe que de costumbre y bastante más negruzca, con unos pelos infames y hablando en un idioma extrañísimo parecido al arameo, y le dice que no se preocupe, que ella le salva la granja. Y nada, se ponen las dos dale que te pego a labrar los campos, a levantar vallas, a criar animalitos y todas esas cosas que se suelen hacer en las granjas.

Milagrosamente mientras la Zellweger está cada día más negruzca, cosa normal cuando se trabaja de sol a sol por mucho sombrerito que te pongas, la Kidman a su lado luce cada día más nívea. Que cómo se explica este curioso fenómeno? Ah, pues vete tú a saber. El secreto debe estar en alguna crema de protección solar pantalla total que debía circular por la América decimonónica que Kidman debía aplicarse a escondidas para que Zellweger no se la rapiñara.

A todo esto el pobre Jude Law en la guerra, lisiado de miembros varios, cuando no del pie, de la cabeza y cuando no del brazo o de las cervicales. Law, harto ya de tanta pupa, decide volver con su amada, la que le sirvió aquel delicioso vasito de sidra, pero claro, en plena guerra el tema de las comunicaciones está crudillo, así que tarda un buen puñado de meses o años en llegar, yo qué sé, porque la noción del tiempo ya a estas alturas la he perdido. Por el camino, eso sí, se encuentra con gente la mar de interesante y con algunas muchachas muy monas, como por ejemplo Natalie Portman, y se hacen ojitos y tal, pero nada más porque él está muuuuuuy enamorado de su lechosa chica. Y hasta aquí puedo contar sin romper las sagradas normas del espoiler.

En fin, un poema, una odisea, un sinvivir. Anthony Minghella una vez más se monta un dramón de guerra al más puro estilo “El paciente inglés” pero aún más tostón, si es posible. Muchas escenas de batallas, mucho lento peregrinar de Law por esos mundos de dios y mucho lucir melena y blancura epidérmica la Kidman, por supuesto con la expresividad de que hace gala esta muchacha desde que las inyecciones de toxina botulínica se instalaron en sus facciones. En definitiva, un coñazo.
Talía666
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