Después de ver "Un perro andaluz" lo cierto es que se me quitaron todas las ganas de intentar mirar algo de Buñuel. Aquel cortometraje me pareció realmente aburrido y, en realidad, no me gustó. Por suerte el ser humano es el único animal que tropieza con la misma piedra y, en una segunda revisión de una de sus obras, me atreví con "Los Olvidados", una auténtica joya que nos muestra con pelos y señales la vida de unos jóvenes en México, de unos niños pobres o de condiciones sociales bajas y su forma de sobrevivir en este marco.

Y qué decir: Buñuel acierta de pleno al dirigir a estos jóvenes que levantan a unos personajes fantásticos. Toda la trama se desarrolla en torno a dos, El Jaibo, el típico "chulito" de las pandillas, y Pedro, un crío que quiere ser bueno pero que, en esas circunstancias, le es imposible. Así, observamos la conexión entre ambos y el fuerte lazo que los une a raiz de un trágico acontecimiento. El final es sublime, y aunque es una cinta bastante normal en cuanto a desarrollo y guión, Buñuel se permite meter alguna escena surrealista de las suyas. Rodada en un prodigioso B&N, he de reconocer que me ha encantado. Un gran ejemplo de cómo dirigir un drama de este tipo sin caer en el sentimentalismo barato.