Que Johnnie To sea un maestro del cine de acción no significa que no sea capaz de picotear en otros géneros o sacar partido de los resortes de distintos tipos de guión, algo que hemos podido ver desde el inicio de su carrera, pues ha realizado de todo (comedias, dramas, cine romántico, de fantasía pura y dura, ciencia ficción...) y rara vez mal. El porqué de esta capacidad es un misterio pero "Blind Detective", trabajo vapuleado en la última edición del Festival de Cannes (donde fue proyectado fuera de competición), es un ejemplo más de lo cómodo que se puede llegar a sentir To saliéndose de lo que para otro realizador sería una 'zona de confort'.

Mezcla imposible entre thriller y comedia, con algún momento turbio y titubeos con la comedia romántica, "Blind Detective" es un guión tan arriesgado que en manos de otro director habría quedado reducido a la estupidez mayúscula pero que To consigue resolver con ingenio y estilo. La historia sigue a un detective ciego capaz de resolver casos bastante complicados y de cómo deberá cerrar uno de los más importantes de su carrera con la ayuda de una joven detective. El tono va alternándose para presentar escenas más cómicas y otras serias (sobre todo, en la parte final), pero en el fondo todo es una excusa para celebrar el simple acto de hacer cine, una bufonada -en el buen sentido- con un humor muy físico, casi slapstick a la manera de un Frank Capra ("Arsénico por compasión"), pero con el inconfundible sello del cine hongkonés del género (véase Stephen Chow).

"Blind Detective" no siempre funciona y si no se consigue conectar con su histrionismo, desde luego se va a hacer una experiencia difícil (la película dura 130 minutos), pero en caso contrario se pasa un rato muy agradable, entretenido, y qué diablos. To rueda como los más grandes incluso en momentos más dados a la locura, como las recreaciones de los crímenes. No es "Blind Detective" su mejor película (lejos queda de serlo), y sería difícil recomendarla a ciegas dada su particular mezcla de géneros, pero difícil sería que os decepcionara si conocéis de qué pie cojea su director. Que sus protagonistas (Andy Lau, Sammi Cheng) tengan una química tan evidente no hace más que sumar puntos al total.