Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de paki:
8
Drama. Cine negro Basado en una historia real. En 1932, Frank Wiecek fue condenado a 99 años de prisión por un crimen que no cometió. Doce años después, su madre, que limpiando pisos ha ahorrado 5.000 dólares, centavo a centavo, publica un anuncio ofreciendo ese dinero como recompensa para quien le dé la información que permita descubrir al verdadero criminal. Un escéptico periodista inicia una investigación. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2010
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Stewart es (porque lo de "interpretar", a él se le queda corto) un periodista experto, que anda de vuelta de todas las noticias y sucesos del mundo, y un escéptico sobre todas las cosas, hasta que un día recibe, de su director, el encargo de investigar un anuncio, mínimo, aparecido en el periódico. Alguien ofrece una buena cantidad de dinero a cambio de información sobre un caso cerrado hace doce años. El de un hombre, condenado a 99 años de cárcel, por el asesinato de un policía.

A primera vista, sin ser perro viejo y listo como James, la cosa pinta mal. Estamos en los negros y grises años 30 en EE.UU., como vemos en las primeras imágenes de la película, que parecen ya unas páginas de sucesos de papel de periódico. Y en Chicago. Sobran los motivos y las excusas para las escaramuzas, las muertes, los robos, los sobornos y la violencia en todas sus facetas. Y falta de todo. Es la época de la Depresión, de la consolidación de las bandas armadas y mafiosas, de la debilidad de unos gobiernos en un período de entreguerras y de la corrupción, o la desidia, en todos los ámbitos como consecuencia de todo ello. Tiempos de hierro en que era difícil vivir y complicado mantenerse limpio.

En ese marco, nuestro periodista se encuentra con una persona que sí lo está. Limpia, digna, valiente y decente. La persona que ha puesto el anuncio es la madre del condenado a cadena perpetua. La encuentra fregando el suelo de un gran edificio. Apenas una señora mayor, humilde e insignificante. Ha ahorrado esa enorme cantidad de dinero para ella, trabajando durante diez años, comiendo poco y mal, sin coger un autobús para ahorrar más y atesorando, moneda tras moneda, para conseguir una pista, una defensa o una oportunidad para su hijo. El periodista, escéptico y experimentado, no está preparado para una historia humana semejante. Las noticias o los sucesos de cada día son otra cosa. Pasan cosas y él las cuenta sin implicarse. Pero transmitir el esfuerzo, el trabajo, el amor y la fe, incansables, de esa madre durante miles de días, y con el ánimo de seguir haciéndolos otros tantos sin desanimarse, es demasiado para sus convencimientos y lo desarma.

De repente, como persona y como periodista, se embarca en la cruzada imposible y romántica de dar a conocer esa historia y, una cosa le lleva a la otra, a investigar para demostrar la inocencia de ese hombre. Todavía no tiene pruebas, datos ni hechos, solo el deseo de que así sea. Y, cuando conoce al condenado, confía en él y en su palabra y se pone a trabajar en ello. Eso es la fe. La confianza ciega antes de la certidumbre de lo que vemos. "Yo creo en ti", le dice.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
paki
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow