Pocas veces en un cine he asistido a un ejercicio tan arriesgado de equilibrismo. Vaya por delante que la película es bienintencionada y tiene además un reparto entregado a la causa. Vaya por delante también que el mensaje es potente y que se dice con voz clara. ¿Qué es entonces lo que falla? Pues evidentemente lo que falla es el guion, que nos lleva negligentemente de momentos de cierta altura a otros esperpénticos que hacen sentir vergüenza ajena literal. Más de dos y de tres veces me revolví en la butaca sonrojado por lo que estaba viendo. Contar una historia puede ser más o menos complicado según la complejidad de ésta o de la habilidad del que la cuenta pero nunca se debe insultar la inteligencia del espectador. Ejemplos de películas donde un adulto con ciertos problemas vuelve a un ambiente "escolar" los tenemos a patadas y la propia premisa suele ser tan jugosa que los gags y los disparates surgen a poco que uno recuerde cómo es la vida estudiantil. Nada de esto ocurre en una película muy preocupada en pagar sus tributos al mundo de los streamers de la plataforma de Amazon y en preparar tres o cuatro giros de guión que no entran mal del todo pero que hacen morosa toda la trama por la cantidad de información que hay que esconder para no arruinar las sorpresas.

Por supuesto la película tiene virtudes, y la principal de ellas es Julián López, un actor en plena forma que tiene el don de la naturalidad más absoluta. Bien escrito y bien desarrollado nos creemos en todo momento su amor por el rap y su bondad natural, amen de ciertos trastornos cognitivos. El resto de adultos que lo rodean cumplen con creces aunque hay escenas delirantes en las que los actores se están aguantando la risa o directamente se sonríen dando una alarmante sensación de que el rodaje fue un desmadre o de que no había tiempo para hacer más tomas.

Por desgracia el contrapunto actoral lo ponen los actores jóvenes que exponen su falta de talento con líneas y líneas de diálogo. Es en las actuaciones y en las tramas de los estudiantes donde la película se hace más indigesta y donde sin duda se alcanzan peligrosas cotas de ridículo aunque como ya he dicho antes, la película se salva del naufragio porque sus obsesiones se perciben honestas y porque uno no puede ser cruel con quien ha intentado hacerlo lo mejor posible.

Hay que tomarse muy en serio la escritura de una película, hay que contratar profesionales del guion y revisar una y otra vez las cosas. Me imagino al director en el estreno sentado en su butaca asumiendo la responsabilidad de ciertas escenas mientras el público lo mira incrédulo preguntándose:¿ha sido esto idea tuya?

No deseo extenderme mucho más porque la película no lo merece. Recomiendo verla por su honestidad y por apoyar el cine patrio pero es una obra que podría haber sido algo y que por torpeza ingresa en el pelotón de las películas mediocres. A la próxima lo harán mejor.