El color dominante del film es el gris; y gris y triste es la vida de Jack con sus padres adoptivos, quienes mediante maltratos físicos y psicológicos torturan y arruinan la infancia de Jack, signada por la violencia y la falta de contención. Este es el detalle que me destroza; algo me ocurre con las adopciones y la suerte que pueda correr el niño o niña con sus padres adoptivos. Y es que creo que la vida no es fácil para nadie, y mucho menos para quién reciba castigos de todo tipo de pequeño, siendo para peor adoptado. Algo me duele, me provoca demasiado horror, acerca de todo esto. Y pienso que será porque en la vida real, casos como este habrá a montones; y no lo tolero ni lo acepto. Los animales y los niños son intocables. O deberían serlo.
En el decurso de los años, que transcurren frustrantes y dolorosos para Jack, logra un día, inventar una máquina de hipnosis, mediante la cuál logra dominar la voluntad de sus padres adoptivos y hacer que se suiciden. Y perdona inexplicablemente a sus hermanastras, quiénes lo perseguirán hasta el final en busca de venganza por sus padres asesinados. El aspecto de éstas cuatro mujeres es tremendamente escalofriante. Jack, entonces, ya adulto y con un caráter violento, resentido y en busca de desquite, busca a sus verdaderos padres junto a su hermana, pero esto supondría otra decepción para su vida.
Y las cuatro terroríficas hermanas logran encontrarlo...
El final para Jack es tristísimo y espantoso; pero su hermana, embarazada y habiendo recuperado la atención y cariño de su verdadera madre, comienza una nueva vida.
La última escena da a entender la reencarnación de Jack en el vientre de su hermana, por lo que se infiere una nueva chance para su vida.