Un tedioso thriller sobre asesinos en serie carente de toda acción, emoción y suspense, y sustentado por la insoportable verborrea de sus personajes, casi todos inmutables, durante los 83' que dura el metraje.

El ritmo interno de la narración es plano, el desarrollo de la misma plúmbeo y baldío, ya que nada sucede, y su desenlace tan insustancial como previsible. Lo único, sin duda, que se puede destacar, es la correcta actuación de la actriz protagonista, Laura Prepon.

Al parecer, su argumento, que resulta harto endeble y sin la más mínima originalidad --existen infinidad de películas con la misma historia y con más brío dramático-- está extraído de una novela de la prolífica autora Iris Johansen (es de esperar que el texto literario supere el nivel cualitativo de este film), a la que poco favor le ha hecho, a tenor de los resultados cinematográficos, tanto técnicos como estéticos.

Una película, en fin, y que aunque su director goza de eficaces trabajos en conocidas series para la televisión, solo aporta desgana fílmica, lugares comunes demasiadas veces visitados y una sensación de desconcierto ante un material que debió ser algo en manos del realizador Bobby Roth y que nunca fue nada.