Con la venganza personal como motor de ambos personajes principales, la película no acierta a expresar completamente la oscuridad de las acciones de los personajes, y no explota sus pensamientos para dar ese toque noir que parece buscar. A pesar de eso, "Dead man down" es un producto interesante para todo el que busque una película con cierta intriga.

Sin embargo la intriga desaparece pronto pues Oplev prefiere mostrar el punto de vista del protagonista, y a la vez vivir su drama personal, porque la temática de la película no es la acción pura y dura, que también tiene, sino un drama centrado en aquel que lo pierde todo y clama venganza. A su lado una chica que también tiene sus motivos para la lucha, y que se aprovecha de su vecino para llevarla a cabo.

Farrell y Rapace cumplen con sus objetivos, con interpretaciones en las que intercalan pocas palabras y caras lo más tristes posible, para que parezca que cargan con un gran peso sobre sus espaldas. Y aunque en teoría debería ser así, Farrel gasta esa cara en casi todas sus películas, por lo que no parece que le haya costado demasiado. Sin embargo, la química entre ellos no está muy trabajada y hay lagunas, algo que no beneficia al producto final.

Con una premisa bastante interesante y un desarrollo coherente aunque manido, su final decepciona rotundamente, y parece más apropiado para cualquier película del superhéroe de turno que para una venganza acorde a lo que se ha contado durante dos horas. Con esa casa infestada de malvados que van explotando a su paso a uno se le viene a la cabeza cualquier shooter en primera persona. Un film interesante pero que se merecía un mejor desenlace.