Entre 2002 y 2007, Sam Reimi tejió la saga de el hombre arácnido con mayor o menor acierto, reventando las taquillas de todo el mundo. Con dos primeras entregas realmente entretenidas y notables, y una tercera de bastante poca calidad para el que suscribe estas líneas, quedaba plasmada en la gran pantalla la historia de uno de mis superhéroes preferidos.

Sony Pictures, no ha podido retener sus ansias de ampliar arcas. Su afán por explotar esta franquicia no conoce límites, y ante la negativa de Sam Reimi y Tobey Maguire para rodar una nueva entrega de el hombre araña, han optado por la "sorprendente" decisión de hacer un reboot de la saga. Es cierto que este nuevo sub-género basado en la reinvención de personajes ya adaptados a la gran pantalla está en auge (véanse Batman, Superman, James Bond, o incluso las ya cansinas versiones de Blancanieves). Sin embargo, en esta ocasión, creo que los productores de la cinta, han pecado de avaricia e impaciencia. Sin duda alguna, la nueva entrega de Spiderman, se encuentra muy cercana en el tiempo con sus predecesoras, lo que sitúa al espectador en la difícil tesitura de olvidar aquello que tiene reciente para dejar paso a lo nuevo. Y esa tarea, resulta extremadamente difícil, sobre todo cuando el guión que se tiene entre manos, debe mucho a aquello que ya conocíamos.

Sin embargo, reinventarse también tiene sus cosas buenas, y en este caso son varias. En esta ocasión, es Marc Webb el encargado de dirigir las andanzas de Peter Parker. Y sin duda alguna, el director de la fantástica "500 días juntos" muestra un excelente sentido arácnido para el séptimo arte. Su potencia visual, va acompañada de una carga emocional lo suficientemente profunda para acariciar el interior del respetable. Su película resulta divertida y cercana, algo necesario en un superhéroe tan torturado por sus poderes como el que nos ocupa.

Culpa de esa cercanía, la tiene también el reparto de la cinta, encabezado por un Andrew Garfield superlativo en comparación con el anterior Spidey. Aquí hay credibilidad, emociones y fuerza, en el que sin duda es uno de los actores con más proyección del Hollywood actual. A su lado la encantadora y magnética Emma Stone, desplegando su magia por los cuatro costados de la pantalla. Para rematar la faena, pululan por la cinta dos bestias de la interpretación como son Martin Sheen y Sally Field, de los cuales poco nuevo hay que decir.

"The Amazing Spiderman" no rompe moldes, pero sí ofrece una visión más fiel al cómic que la versión de Raimi. Su villano, esta lejos del soberbio Willem Dafoe o el genial Alfred Molina, pero la fuerza de la estética de la película lo contrarrestra. Su humor es liviano, y debajo de él, la película encierra un gran desarrollo emocional. Por todo ello, y aunque todo este muy reciente, he vuelto a caer encantado en las redes de el hombre araña.