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Voto de EuTheRocker:
9
Comedia. Drama Después de hacerse famoso interpretando en el cine a un célebre superhéroe, la estrella Riggan Thomson (Michael Keaton) trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway que le reafirme en su prestigio profesional como actor. (FILMAFFINITY)
14 de enero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comprender nuestro lugar en el tapiz de la existencia, y aceptarlo, no es un plato fácil de digerir para todo el mundo. Existe en la sombra de toda consciencia un peligro agazapado, anhelando salir a la luz, buscando ese resquicio de reconocimiento social, y de beneplácito común que ayude a retroalimentar su propia esencia, iniciando un círculo vicioso de escapatoria casi imposible, y de consecuencias desastrosas para la lógica racional del ser humano. El ego, es un amigo y un enemigo a partes iguales. Necesario para situarnos en nuestra posición dentro del entramado social, y letal cuando alcanza un tamaño excesivo, superponiéndose al resto de individuos, avasallando con la presencia personal, y la sensación de superioridad que deriva de ese autoengaño mal entendido.

Alejandro González Iñárritu, nos propone otro de sus viajes al interior de la psique humana, buscando, una vez más, desentrañar las emociones y los sentimientos más complejos de sus personajes en un recorrido con hechuras de catarsis, que en esta ocasión, abraza la comedia dramática como medio para extender su mensaje. Con una propuesta visual que, sin lugar a dudas, se encuentra entre lo mejor del presente año cinematográfico; y un arranque digno de una obra maestra, gracias a ese potente ejercicio que realiza el director con su cámara, en continua danza con sus personajes, y sus explosiones de lucidez y locura, "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)" es una historia coral que planea sobre las sombras de unos personajes aquejados de unas crisis existenciales de preocupantes propociones. El mosaico de puntos de vista que plantea el guión de Iñárritu, va del ególatra que se escuda en su falsa superioridad para ocultar sus carencias afectivas, al egopaúsico redomado, que a la espera del resurgir de su ave fénix particular, lidia con el mundo, y con su dañina consciencia, para sobrevivir a un mundo de apetito voraz por sepultarle en los restos de su pasado; pasando por la crisis existencial de aquella muchacha que busca esconder su rostro del mundo para ocultar el abandono y el rechazo que la sociedad parece propiciarle, o el falso ángel de la guarda que vela por los intereses de los demás, siempre que no entren en conflicto con los suyos propios.

En definitiva, una galería de personajes maravillosamente perfilados, e interpretados de una manera asombrosa por un reparto en estado de gracia, que se desliza por el metraje de esta ácida cinta depositando sus irónica píldoras y sus muestras de sarcasmo bajo la batuta de un Michael Keaton que agota los elogios merced a una interpretación que roza el esperpento humano, sabiendo oscilar a la perfección entre el destrozado rostro del fracaso, y la descontrolada mirada de la irracionalidad. Su personaje, perfecto alter-ego para el actor, dada su carrera en el séptimo arte, se suma a una lista de nombres que hacen de esta película una confirmación de un talento innegable convirtiendo el relato más surrealista posible, en la radiografía más lacerante de nuestros propios fantasmas. Los duelos entre Keaton y Norton son alto voltaje cinematográfico; Emma Stone lanza eléctricos dardos con su mirada; Galifianakis se deshace de su fama para la comedia gamberra, demostrando el actor que hay tras la carcajada; Naomi Watts, una vez más, hace gala de su inagotable talento...

...Y mientras tanto Iñárritu desgrana una historia que invita a las múltiples relecturas y revisiones. Una pieza de maravilloso cine, que bebe de los vicios y virtudes de nuestro tiempo, y que, como único defecto, termina en su último tercio, por caer en los errores de su propio mensaje, desbocándose en un delirio de grandeza que empaña el asombroso ejercicio de cine del que, hasta ese momento, el espectador es testigo. Sin duda, estamos ante una película que demuestra la ilimitada fuente de recursos que hay en el cine, la grandeza de sus infinitas posibilidades, y la capacidad de renovación de sus creadores. Una película no apta para todo tipo de paladares, pero con la que, si sucumbes en los primeros cinco minutos, no te dejará escapar, arrastrándote consigo a las insanas aguas de la irracionalidad más humana.
EuTheRocker
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