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España España · Barcelona
Voto de did79:
6
Terror Después de estar recluido durante 17 años en una institución mental y tratado por el Dr. Samuel Loomis (Malcolm McDowell), el perturbado Michael Myers (Tyler Mane), convertido ya en un hombre adulto y muy peligroso, logra escaparse el día de Halloween y decide regresar a la ciudad de Haddonfield. Todo aquel que se cruce en su camino corre un peligro mortal. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recién salido del éxito de sus dos anteriores films (aquél videoclip de lo macabro que fue "La Casa de los 1000 cadáveres" y de su magnífica secuela, "Los Renegados del Diablo", que presenta uno de los dilemas morales más turbadores del celuloide) se le ofreció a Rob Zombie hacer lo que quisiera con una nueva entrega de Halloween, ya sea un remake, un reboot o una secuela. Pues bien, el polifacético cantante de metal eligió hacer un poco de todo.

Dividió la película en dos partes, donde en la primera se permite ciertas licencias propias, y una segunda que sigue al pie de la letra la película inaugural de la saga, la de Carpenter. Reuniendo a su grupo de incondicionales y amigos, indaga en el pasado del asesino de la máscara, intentando dar profundidad, o justificación según se mire, al personaje (aunque realmente la tarea sea no del todo necesaria). Ubica al pequeño Michael dentro de una desetructurada familia americana, lo que por allí se conoce como "White Trash", sufriendo bulling en la escuela y manifestando cierto morbo con los restos de animales muertos (deducimos que víctimas previas). Myers se presenta como resultado de una sociedad que lo oprime, con esa falta de calor humano que todo niño debería experimentar, lleno de frustración y complejos. Mostrándose incapaz de calibrar esos sentimientos, se manifiestan en un psicopatía que acabará con el núcleo del mal (su familia).

Esta es la parte aplaudida tanto por público y crítica, y quizás la más personal de Zombie y en la que se mueve como pez en el agua. Una vez transcurrida la primera parte, el director pisa el acelerador y rápidamente intenta encasquetar todo lo que acontece en los casi 90 minutos de la original en 45, por ello los asesinatos se suceden rápidamente y apenas se apuesta por la tensión. La intención de repetir u "homenajear" las escenas más destacables hace que todo sea demasiado veloz, sin apenas aportar nada nuevo. Debemos reconocer que la brutalidad y fisicidad con la que filma todos los ataques que perpetra el asesino es de agradecer.

Hay que tener en cuenta otro de los factores más negativos de la película, ese error de cásting en la elección de su protagonista femenina. Así como Jaime Lee Curtis se nos presentaba deliciosa, delicada y toda una futura Scream Queen, Zombi apuesta por la insoportable Scout Taylor-Compton, incapaz de mantener un solo plano sin irritar al espectador, ya sea chillando y haciendo pucheros de terror.

A pesar de patinar en ese segundo trayecto, la propuesta interesante, que se diluye a medida que avanza el metraje, se manifestará en una mucho más interesante secuela, en la que Zombie se muestra más libre, y eso, se nota en el resultado.

Lo mejor; La brutalidad y sequedad marca Zombie.

Lo peor; Scout Taylor-Compton, insufrible.
did79
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