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Voto de Elcinederamon:
9
Thriller. Drama La primera versión cinematográfica del Dr. Mabuse consta de dos partes: “El gran jugador” y “El infierno”. El doctor Mabuse es un villano que no se siente atraído por los bienes materiales, sino por el placer que le proporciona jugar con el destino de los hombres. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El doctor Mabuse (El gran jugador) de Fritz Lang es un thriller dramático de cine mudo y expresionismo alemán basado en un doctor que utiliza la telepatía y la hipnosis, además de su habilidad para el disfraz, para manipular a los hombres a su antojo. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo personal e inquietante del director, es una obra magnífica muda que entra dentro de lo mejor de su creador y del género expresionista alemán, ya que va creando magistralmente una atmósfera turbia e incitadora por las manipulaciones y pocos escrúpulos del protagonista hacia el resto de personas, provocando enormes sensaciones en su visionado para cautivar hasta a los cinéfilos clásicos más exigentes, concluyendo con ello un film soberbio que es para enmarcar en la historia del séptimo arte.
La fotografía en blanco y negro hace gran uso de los claroscuros como es habitual en el expresionismo alemán, además, está cuidada hasta el más mínimo detalle y evoca en todo momento con sus imágenes lúgubres al lugar. La música utilizada, aún siendo un film mudo para acompañar la trama es clásica y llena de tensión las escenas oportunas, inquietando con sus sonidos insidiosos el film y turbando al público en una acertada labor. Los planos y movimientos de cámara consuman un sobria pero elegante tarea técnica a través del uso de los detalles, generales, reconocimiento y primeros planos que sacan lo mejor de las profundas interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y deslumbrantes. Como protagonistas Rudolf Klein-Rogge está contundente y persuasivo en un gran papel y Alfred Abel está acertado e impecable en su labor, siendo remarcables las actuaciones de Aud Egede Nissen, Bernhard Goetzke, Paul Richter y Gertrude Welcker. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos según el personaje, predominando lo distinguido para marcar la alta clase social pero también lo humilde según el personaje en una oportuna labor que junto con los decorados te transportan. Destaca principalmente, las caracterizaciones del protagonista en sus continuos cambios camaleónicos.
El guion, escrito por el director junto con Thea von Harbou y basado en la novela de Norbert Jacques, es absorbente de principio a fin y mantiene con mucha habilidad al público pegado al asiento, inquietándolo poco a poco de manera magistral y machacándolo al antojo del director con el maléfico y escurridizo Doctor Mabuse, que hace y deshace según le viene en gana gracias a la telepatía y la hipnosis que utiliza para manejar a las personas a su antojo. Esto se lleva a cabo con una narrativa escrita y subtitulada que añade intriga y deja clara la continua conspiración del protagonista en sus enigmáticas acciones. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que es dividido en varios actos como si de una obra de teatro se tratase.
Para finalizar, la considero una obra esencial e indeleble en la filmografía del director y en el séptimo arte por entretener, provocar y penetrar en el espectador de modo sobresaliente para dejar enormes sensaciones tras su visionado, concluyendo uno de los mejores films del género que apasiona a los cinéfilos clásicos más exigentes. Muy recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montajes, planos, vestuarios, caracterizaciones y narrativa corporal y escrita que vuelven a El doctor Mabuse (El gran jugador), un film inmedible en todo lo que se propone.
Elcinederamon
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