Media votos
6.0
Votos
3,959
Críticas
30
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Vertex:
7
7.2
38,182
Thriller. Drama
Frank Sheeran fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial, estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del siglo XX. 'El irlandés' es la crónica de uno de los grandes misterios sin resolver del país: la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa. Un gran viaje por los turbios entresijos del crimen organizado; sus mecanismos internos, sus rivalidades y su conexión con la política... Adaptación del ... [+]
10 de enero de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Esa es la sensación que me queda al terminar de ver la película: una lástima. Y sigo en Spoiler para los que no la hayan visto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Una lástima porque sus cualidades son muchas. La idea central con la biografía de Jimmy Hoffa narrada a través de los ojos de Frank Sheeran es realmente seductora y está muy bien planteada. Sin embargo, el film se desmorona sobre los raíles de un guion desestructurado al que le sobra por todos lados. Si a esto les sumamos toda una serie de recursos fallidos, el resultado está muy lejos de alcanzar, en mi opinión, el gran potencial que incuba la película.
Siguiendo con las buenas ideas que contiene, la propuesta de una visión crepuscular sobre el género gangster es magnífica. Ojalá abra el filón para que se rueden otras películas que puedan revitalizar el género. Ahora bien, el tratamiento digital del paso del tiempo sobre el elenco chirría. Y esto se ve además amplificado por el choque con el tratamiento clásico del pulso directivo, con algunos maravillosos planos secuencia que nos recuerdan a la época dorada del cine negro. Lo mismo ocurre con la alargada sombra netflixiana que planea sobre todo el metraje. Esa neo-estética fatal que ha impregnado (casi) todo el cine y, sobretodo, esos momentos vacuos, que en nada contribuyen a la narración ni a la expresión artística, usados para alargar los episodios y que han sido trasvasados "tal cual" al mundo del cine, haciéndole un flaco favor, están, lamentablemente, demasiado presentes en esta obra de Scorsese. Especial mención sobre este punto a la secuencia posmoderna del casamiento.
En cuanto a los recursos del guion, veamos... La historia nos la cuenta El Irlandés desde el geriátrico ¿No? Entonces, ¿para qué todo el rollo del viaje en coche con Russel (Pesci) y sus respectivas señoras? Y viceversa. Es decir, si se busca un recurso para contar la historia desde otro punto, concretamente desde el futuro, para hilar los flashbacks y darle la perspectiva necesaria, con un recurso ya es suficiente. Dos es demasiado. Y en cuanto a los homenajes al cine, digamos que ver a De Niro marcándose un Marlon Brando desplomándose por el pasillo, roza, con todos los respetos, lo patético. Toda esa agonía final, esa media hora de película en la senectud, es la agonía de un quiero y no puedo, de lo que podría haber sido una obra maestra atemporal pero se queda en un producto demasiado impregnado por las tendencias del momento.
Siguiendo con las buenas ideas que contiene, la propuesta de una visión crepuscular sobre el género gangster es magnífica. Ojalá abra el filón para que se rueden otras películas que puedan revitalizar el género. Ahora bien, el tratamiento digital del paso del tiempo sobre el elenco chirría. Y esto se ve además amplificado por el choque con el tratamiento clásico del pulso directivo, con algunos maravillosos planos secuencia que nos recuerdan a la época dorada del cine negro. Lo mismo ocurre con la alargada sombra netflixiana que planea sobre todo el metraje. Esa neo-estética fatal que ha impregnado (casi) todo el cine y, sobretodo, esos momentos vacuos, que en nada contribuyen a la narración ni a la expresión artística, usados para alargar los episodios y que han sido trasvasados "tal cual" al mundo del cine, haciéndole un flaco favor, están, lamentablemente, demasiado presentes en esta obra de Scorsese. Especial mención sobre este punto a la secuencia posmoderna del casamiento.
En cuanto a los recursos del guion, veamos... La historia nos la cuenta El Irlandés desde el geriátrico ¿No? Entonces, ¿para qué todo el rollo del viaje en coche con Russel (Pesci) y sus respectivas señoras? Y viceversa. Es decir, si se busca un recurso para contar la historia desde otro punto, concretamente desde el futuro, para hilar los flashbacks y darle la perspectiva necesaria, con un recurso ya es suficiente. Dos es demasiado. Y en cuanto a los homenajes al cine, digamos que ver a De Niro marcándose un Marlon Brando desplomándose por el pasillo, roza, con todos los respetos, lo patético. Toda esa agonía final, esa media hora de película en la senectud, es la agonía de un quiero y no puedo, de lo que podría haber sido una obra maestra atemporal pero se queda en un producto demasiado impregnado por las tendencias del momento.