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Voto de carmelo pagano:
3
4.3
2,066
Romance. Drama
Relato que narra el ascenso social de Georges Duroy, un joven que carece del talento y de la voluntad necesaria para ejercer la profesión de periodista. Cuando llega a París procedente de Argelia, donde ha pasado dos años en el ejército, su gran atractivo físico y su encanto personal le abren todas las puertas. A medida que descubre sus posibilidades de subir en la escala social se produce en él una progresiva degradación moral... ... [+]
7 de agosto de 2012
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Una película que despunta de manera promisoria, con un personaje que se vislumbra acongojado en un universo oscuro, reflejado en el precario cuarto donde habita. Estos momentos donde el mismo se examina en el espejo, reflejan un comienzo promisorio. Pero, Bel Ami, no alcanza a ver la luz.
“El film resulta inconsistente, debido a su estructura fragmentada, donde los directores (Declan Donnellan y Nick Ormerod), no logran juntar las piezas de un proyecto interesante.
“En un marco propicio, acompañado correctamente en los rubros técnicos, la historia naufraga debido a la endeblez del guión. Los directores parecen no sentir empatía con éste, que jamás se dobla, siempre se quiebra. No hay tiempo para los relieves, todo es abrupto y perentorio, que no estaría mal de haberse dispuesto el terreno para esta cuestión.
“Avanzar en la visión de este film, no fue ameno; por la falta de conexión en la trama, dato profundamente evidenciado a través de los diálogos.
“Menos grato fue reparar en los actores apostando lo mejor de sí, para salir airosos.
“Hablando de actores, el rictus adoptado por Robert Pattinson para el rol es impropio, al menos por dos motivos: primero, hablan mal de sus interlocutores, que parecen no darse cuenta del desprecio que siente el personaje hacia ellos.
“Segundo, el gesto en sí. Tal quiebre de mandíbula, denota una profunda náusea, resulta más propio de un psicópata que, de un vanidoso arribista. También aquí hay un problema de dirección, inexplicable por tratarse de gente que proviene del teatro.
“Sin haber leído la novela de Guy de Maupassant, esperaba una obra con un tratamiento en consonancia, tan sólo por la talla de los actores. Pero no fue así.
“El film resulta inconsistente, debido a su estructura fragmentada, donde los directores (Declan Donnellan y Nick Ormerod), no logran juntar las piezas de un proyecto interesante.
“En un marco propicio, acompañado correctamente en los rubros técnicos, la historia naufraga debido a la endeblez del guión. Los directores parecen no sentir empatía con éste, que jamás se dobla, siempre se quiebra. No hay tiempo para los relieves, todo es abrupto y perentorio, que no estaría mal de haberse dispuesto el terreno para esta cuestión.
“Avanzar en la visión de este film, no fue ameno; por la falta de conexión en la trama, dato profundamente evidenciado a través de los diálogos.
“Menos grato fue reparar en los actores apostando lo mejor de sí, para salir airosos.
“Hablando de actores, el rictus adoptado por Robert Pattinson para el rol es impropio, al menos por dos motivos: primero, hablan mal de sus interlocutores, que parecen no darse cuenta del desprecio que siente el personaje hacia ellos.
“Segundo, el gesto en sí. Tal quiebre de mandíbula, denota una profunda náusea, resulta más propio de un psicópata que, de un vanidoso arribista. También aquí hay un problema de dirección, inexplicable por tratarse de gente que proviene del teatro.
“Sin haber leído la novela de Guy de Maupassant, esperaba una obra con un tratamiento en consonancia, tan sólo por la talla de los actores. Pero no fue así.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¡Por favor! Bel Ami
“Reparé especialmente en Bel Ami, con intención de hacerme amigo de Robert Pattinson, ya que había abandonado el filme CREPÚSCULO, por su culpa. Ó, tal vez, mi culpa. Alguien dijo que uno sólo ve lo que observa, y sólo observa aquello que está en su mente.
“Como sea, en aquella oportunidad no hubo manera de compenetrarme con la película, pues, cada vez que veía al actor en pantalla, notaba que ponía la misma cara, tanto si le notificaran que había ganado el premio mayor de la lotería, como si le hubieran comunicado de un infortunio familiar. Por ende, me privé de ver toda la saga del filme.
“Al hallarme frente a esta película, accedí a brindarle una segunda oportunidad a Pattinson y a mí mismo. Además, en esencia, porque soy un incondicional de la novela victoriana. Mientras esto escribo, observo en mi librero algunos títulos:
“Cumbres borrascosas, Otra vuelta de tuerca, El corazón de las tinieblas, Grandes esperanzas, Oliver Twist, La letra escarlata; Jane Eyre, y… Whashington Square, entre otras.
“Conservo un recuerdo vago del filme “La heredera”; sobre todo evoco la mirada de “Monty” Cliff. Su expresión transmitía una ambigüedad sublime. Sabíamos de su personalidad advenediza, no obstante, comprábamos aquello que le vendía a Olivia de Havilland.
“Más aquí en el tiempo, cito la maravillosa obra de Martin Scorsese: “La edad de la inocencia”. Nuevamente, remito a las miradas, en este caso las de Daniel Day Lewis y Michelle Pfeiffer; estas nos hacen cómplices del conflicto. Las expresiones de los actores operan, consecuentemente con la información que nos fue suministrada por el director. Luego, hay drama en ello, la tensión es la columna vertebral del relato. También hay que decirlo, Scorsese sabía (como cualquier director, que se precie de tal), que lo primordial para afrontar una película de larga duración, era mantener la rigidez en la acción.
“Bel Ami es un film rudimentario, porque siento que no hay desarrollo de los personajes. Apenas burdos panfletos que resultan indecorosos para bordar un producto que se merecía mejor suerte.
“Resulta incomprensible en su desarrollo, notándose los saltos narrativos, groseros cuanto menos.
“El amigo del pasado, le ofrece trabajo al protagonista y, en la primera escena que se desarrolla en el periódico, ya lo odia. No se nos mostró nada en imágenes y tampoco en diálogos para apoyar tal tesitura. En este sentido, se puede decir que los directores aportan una economía de recursos, que sólo ellos habrán calificado como envidiables.
“Por supuesto, la inconexión en los diálogos actúa en consecuencia, puesto que ni los actores se creen lo que parlamentan.
“En una escena, un desaforado Pattinson, le grita a Christina Ricci de una manera que pensamos, ¿qué le habrá hecho esta mujer?
“Más desconcertante resulta ser testigos de la desidia en la planificación de algunas secuencias, mostrando un encariñamiento excesivo con el actor Robert Pattinson.
“En una escena, se lo persigue con la cámara en un primer plano, mientras atraviesa una habitación. A los perpetradores de esta pesadilla no les bastó tratar a sus actrices con franca misoginia, sino que, en otros momentos la cámara las ignora llanamente.
“En un pasaje de “La edad de la inocencia”, se dice:
“La verdad nunca se decía, se hacía, o se pensaba”.
“Bueno, acá vale decir que tampoco se filmó”.
“Reparé especialmente en Bel Ami, con intención de hacerme amigo de Robert Pattinson, ya que había abandonado el filme CREPÚSCULO, por su culpa. Ó, tal vez, mi culpa. Alguien dijo que uno sólo ve lo que observa, y sólo observa aquello que está en su mente.
“Como sea, en aquella oportunidad no hubo manera de compenetrarme con la película, pues, cada vez que veía al actor en pantalla, notaba que ponía la misma cara, tanto si le notificaran que había ganado el premio mayor de la lotería, como si le hubieran comunicado de un infortunio familiar. Por ende, me privé de ver toda la saga del filme.
“Al hallarme frente a esta película, accedí a brindarle una segunda oportunidad a Pattinson y a mí mismo. Además, en esencia, porque soy un incondicional de la novela victoriana. Mientras esto escribo, observo en mi librero algunos títulos:
“Cumbres borrascosas, Otra vuelta de tuerca, El corazón de las tinieblas, Grandes esperanzas, Oliver Twist, La letra escarlata; Jane Eyre, y… Whashington Square, entre otras.
“Conservo un recuerdo vago del filme “La heredera”; sobre todo evoco la mirada de “Monty” Cliff. Su expresión transmitía una ambigüedad sublime. Sabíamos de su personalidad advenediza, no obstante, comprábamos aquello que le vendía a Olivia de Havilland.
“Más aquí en el tiempo, cito la maravillosa obra de Martin Scorsese: “La edad de la inocencia”. Nuevamente, remito a las miradas, en este caso las de Daniel Day Lewis y Michelle Pfeiffer; estas nos hacen cómplices del conflicto. Las expresiones de los actores operan, consecuentemente con la información que nos fue suministrada por el director. Luego, hay drama en ello, la tensión es la columna vertebral del relato. También hay que decirlo, Scorsese sabía (como cualquier director, que se precie de tal), que lo primordial para afrontar una película de larga duración, era mantener la rigidez en la acción.
“Bel Ami es un film rudimentario, porque siento que no hay desarrollo de los personajes. Apenas burdos panfletos que resultan indecorosos para bordar un producto que se merecía mejor suerte.
“Resulta incomprensible en su desarrollo, notándose los saltos narrativos, groseros cuanto menos.
“El amigo del pasado, le ofrece trabajo al protagonista y, en la primera escena que se desarrolla en el periódico, ya lo odia. No se nos mostró nada en imágenes y tampoco en diálogos para apoyar tal tesitura. En este sentido, se puede decir que los directores aportan una economía de recursos, que sólo ellos habrán calificado como envidiables.
“Por supuesto, la inconexión en los diálogos actúa en consecuencia, puesto que ni los actores se creen lo que parlamentan.
“En una escena, un desaforado Pattinson, le grita a Christina Ricci de una manera que pensamos, ¿qué le habrá hecho esta mujer?
“Más desconcertante resulta ser testigos de la desidia en la planificación de algunas secuencias, mostrando un encariñamiento excesivo con el actor Robert Pattinson.
“En una escena, se lo persigue con la cámara en un primer plano, mientras atraviesa una habitación. A los perpetradores de esta pesadilla no les bastó tratar a sus actrices con franca misoginia, sino que, en otros momentos la cámara las ignora llanamente.
“En un pasaje de “La edad de la inocencia”, se dice:
“La verdad nunca se decía, se hacía, o se pensaba”.
“Bueno, acá vale decir que tampoco se filmó”.