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Voto de Witch King Of Angmar:
10
5.8
1,372
21 de septiembre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grata, muy grata sorpresa me he llevado al visionar esta cinta. Una de esas películas de las que no esperas mucho de ella, pues casi estás seguro que solo verás sexo y drogas al por mayor. Pero, ¿no tiene también estos elementos la cinta que nos compete? Sí, si los tiene. Pero a diferencia de muchas otras cintas en donde el guión se construye más o menos alrededor de dichos elementos para justificarlos y explotar el morbo, en esta película son parte de ella pero sin dejar de lado una historia de lo más interesante. Una historia con personajes muy creíbles desde mi punto de vista: y es que los he visto una y otra vez en la sociedad cotidiana en donde habito. Una sociedad moralista, mojigata y muchas veces hipócrita, en donde todo aquello que mínimamente se aparte de lo socialmente establecido como correcto se oprime miserablemente por aquellos que creen tener la razón porque mas o menos encajan con los estándares establecidos. Pero como el ser humano no es perfecto, es necesario echar mano de la doble moral y de la hipocresía para saciar algunas necesidades e inquietudes. Una doble moral nefasta que carcome a aquellos que caen en cuenta de su existencia, y peor aun, a aquellos que no son capaces de utilizarla en su vida diaria al sentirse como unos miserables traidores al hacerlo. Pero, ¿no dicen por ahí que la culpa es la más inútil de las emociones? Pues ya está. He ahí el remedio. He ahí la manera de volver al sendero y evitar nadar contra la corriente. Utilizar la hipocresía y la doble moral como bien lo diría uno de los personajes para “matar tus pulgas como lo hago yo, pues es la única forma de sobrevivir”. Si la sociedad lo indica oculto y por debajo del agua, así debe ser. Y los demás, como se dice por aquí en mis tierras, el hacerse de la vista gorda. Total, para eso existe al final el autoengañoso y cómodo arrepentimiento, que aunque no sea sincero, mientras sea visible a los demás con eso basta: el ser un buen hijo, un buen estudiante y tener un buen trabajo, casarse y tener hijos y siempre, siempre seguir en público las reglas, aunque por debajo del agua se quebranten. Un elenco excelente con actuaciones muy convincentes, y un guión muy bien elaborado que narra la evolución de los personajes de manera creíble. Cinematografía correcta y una banda sonora muy adecuada a las situaciones. En resumen, una excelente cinta, altamente recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
“Por favor Señor, ayúdame a no ser así”. Desde ahí arranca el auto desaprobación de Joaquín al saberse “diferente” a los demás. Al sentirse en desacuerdo con todos los estereotipos manejados por su sociedad: hombre viril, macho y violento y esposa sumisa, obediente y puritana. El padre de Joaquín alegrándose por su hijo al haber éste golpeado al hijo de su trabajador y “cazado” un venado, pensando que con esto ahora si se convertiría en hombre. Y el regalito en el prostíbulo en donde se violenta la libre elección, en donde se obliga a desnudar no solo el cuerpo, sino también el alma. La huida del ambiente familiar en la búsqueda de ser independiente, que pronto se da de topes con el entorno al no estar de acuerdo con éste. La aparición de los vicios de escape y la confusión. La búsqueda de la realización completa y del verdadero amor. Y la maduración final, integrando la doble moral como una preciada herramienta para sobrevivir y seguir adecuadamente los estatutos dictados por la sociedad, fluyendo con la corriente cuando uno mismo se da cuenta de que es incapaz de erradicar los impulsos naturales más profundos. Como bien lo diría el personaje de Gonzalo: “te cases o no te cases, me case o no me case, yo sigo pensando igual”. El final, que sella perfectamente esta idea, con el trío de amantes, siendo Alejandra la fachada ante la sociedad. Un final abierto y genial que hace sátira de la sociedad de las apariencias.