Steve Miner, realizador de encargo de un par de secuelas de la saga Viernes 13 y también de la recordada, y algo sobrevalorada, "House, una casa alucinante", debió tener muy presente "Piraña", el mítico film de Joe Dante, porque ya no solo por el tema, sino también por el tono casi humorístico, Miner intenta acercársele, aunque en eso se queda, en intento.

La comicidad de "Mandíbulas" no funciona y tampoco lo hacen sus escenas de... terror?, tensión?, porque en primer lugar sus diálogos llegan a ser de un absurdo que producen vergüenza ajena y en segundo lugar, las escenas donde se luce el protagonista (el bicho, no Pullman) son bastante sosas y monótonas; y es que, señores, esta cinta falla en lo que una película como "Anaconda", estrenada dos años atrás, acertó: su capacidad para entretener; porque si un cineasta aprovecha esto último, puedo aprobar que sea un torpe de mucho cuidado en el montaje de una película, o que sea un desastre a la hora de dar realismo al bicho de goma (o programa informático; según se tercie), sin que esto tenga que servir para 'reírse de', aunque la película de Luis Llosa, mucho me temo, no pretendía ser una comedia de terror; "Mandíbulas" si lo pretende, y aún así no lo consigue, y eso si que no lo consiento, que aun queriendo no pueda y encima termine aburriendo.

Eso no se hace Miner, que luego el género coge mala fama.