Que nadie se espere nada del otro mundo, es recomendable sobre todo para que los amantes de Rodríguez descubran su opera prima y poco más. Pese a su status de film de culto no es un peliculón, ni falta que le hace.

El personaje del Mariachi nació como héroe por accidente encarnado por Carlos Gallardo, quién dirigiría unos años después una película que, nadie sabe porque, en España se llama "El mariachi II, pese a que no guarda ninguna conexión argumental con ésta. La madurez del personaje, como vengador, vendría de la mano de Banderas.

Es una película cutre y hecha con cuatro duros, pero divertida y que se deja ver bastante bien. El argumento no es nada extraordinario, pero tampoco necesita serlo, aunque tiene sus detalles y algunos simbolismos, como el de la tortuga en la carretera.

Rancheras y balazos; así nació la saga del mariachi.