...por dinero? / ...por una chica? / ...por tus sueños?
El mejor Allen vuelve a retratar sus obsesiones poniendo a sus personajes en situaciones límite. La película gira alrededor de los temas recurrentes del genio de Manhattan: el dinero, fuente de corrupción constante, las mujeres (a las que alude ya en el título: Casandra en griego significa "la que enreda a los hombres") y por supuesto la muerte.
Para esta historia, Allen escoge a dos hermanos de la clase media británica: Ian, reflexivo y metódico; y Terry, impulsivo y pasional. Ian conocerá a la sensual Angela e inmediatamente se sentirá atraido por ella, por lo que para impresionarla deberá recurrir a lujos que no posee. A su vez, la afición por el juego de Terry llevará a los hermanos al abismo. Sin embargo, la llegada del tío Howard, empresario de éxito, será la solución a sus problemas y el principio de otros mayores...
La historia atrapa desde el principio gracias al carisma de los intérpretes (Farrell y McGregor demostrando que pueden ser buenos actores), el humor que destila (el personaje de la madre y algunas escenas como la de ¿serías capaz de acostarte con un director...? o la de "ya veo que no podéis hacerme un favor") y por la riqueza de matices de los personajes (excepcional el paranoico Farrell, el frío McGregor, la transformación de Wilkinson o la sensualidad de Atwell). La trama tiene similitudes con el Hitchcock de La sombra de una duda o Extraños en un tren. La banda sonora de Philip Glass impecable como de costumbre y Allen se mueve con una facilidad tan pasmosa que uno se pregunta si no tiene algún asesinato a sus espaldas. Un tipo fascinante sin duda.
En definitiva, historia de dilemas morales especialmente recomendada para aquellos a los que les gustan las preguntas extremas del tipo: ¿Dejarías que tu mujer se acostase con otro por dinero?