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Voto de Néstor Juez:
7
8 de septiembre de 2018
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas posibilidades mejores para ser sorprendidos y fascinados que ante el debut de un nuevo autor. Y más aún si el marco en el que se sitúa es en el del cine de género independiente, ajeno a las imposiciones de estudio. Pequeños oasis de singularidad que, además, puede suponer una ocasión para que intérpretes a los que no estamos tan acostumbrados a ver se luzcan. El caso que nos ocupa es particularmente curioso. Es un largometraje de gente joven, mucho su reparto y también su primerizo realizador. Es también una comedia negra, y una de atractivo punto de partida. Elegante en su aspecto visual, o eso aparentaba en el material promocional, pero seca y perturbadora en sus temas. Una propuesta violenta, y diferente en su modo de tratarla. Uno de los últimos largometrajes del tristemente fallecido intérprete Anton Yelchin: Purasangre, debut de Cory Finley. Película estrenada en Estados Unidos hará unos meses, en los que recibió una acogida minoritaria por parte del público pero optimista por parte de la crítica. A este lado del charco, pese a hacer igualmente poco ruido, la reacción de medios también fue positiva. Sus dos actrices principales, el tono que intuíamos presentaba y la información que de ella disponíamos nos hicieron situarla como uno de nuestros estrenos más anticipados del mes, a cubrir sin tardanza. Cumplimos con esta obligación pactada, si bien no en las mejores condiciones. Pero esto no nos impidió disfrutar en su plenitud de una película muy satisfactoria. Película impredecible e incierta, pero muy jugosa. Una agresiva propuesta tonal y temática cuyas elegantes formas no esconden asuntos complejos en su fondo, tan arrítmica y hierática como divertida y maliciosa. Caricaturesca pero reflexiva y certera en sus críticas. Una experiencia absolutamente recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En Connecticut, la adolescente conflictiva de clase alta Amanda (estupenda Olivia Cooke) eutanasia a su propio caballo. Años después, tras tiempo de aislamiento y polémica, se reencuentra en la mansión de esta con su antigua compañera y amiga Lily (Anya Taylor-Joy, en la intachable línea de siempre), que aborrece al nuevo novio de su madre. Amanda no es capaz de sentir nada, y Lily está frustrada y deprimida con su situación familiar y cercano porvenir académico. A través de esta sinceridad dura y sin tapujos se restablecerá una inesperada amistad, en la cual se propondrá la posibilidad de recurrir al asesinato para reencontrar la paz de una de ellas. Una ácida y directa sátira que se burla de la infelicidad y vacío existencial y emocional de la gente rica. Un retrato psicológico sobre psiques perturbadas y jóvenes trabadas, despiadadas y sin metas. Un filme macabro y bello, contenido y malsano. Y sorprendentemente quirúrgico. Pinceladas de terror adolescente, de humor negro, de ridículo, pero todo ello son estrategias visuales para tratar con delicadeza pero arrojo los infiernos de la psique. Notable pareja de actrices en el núcleo, elegante y virtuosa realización de Hardy, milimétrico y pausado a la hora de mover la cámara por sus escenarios. Muy sugerente, a la vez, su incómoda, fragmentada y arrítmica banda sonora. Perfiles psicológicos poco tratados en el cine, y menos aún enfocados de esta manera ligera pero perturbadora, netamente entretenida. Provocación vestida de seda, gamberrismo de taza de porcelana. Película sumamente interesante.
Frialdad y provocación es su arma, pero también una herramienta de impacto que pudiera parecer que no conduce a ningún sitio. Cómo también fluye a un ritmo atemperado perdiendo levemente el impacto un argumento pobre en acciones. El personaje de Yelchin es un leve pegote burlón, y los padres de Lily quedan planos y desdibujados. Aún si cierta escena de violenta está muy bien resuelta, el asesinato acabó volviéndose una excusa argumental, decepcionando a aquellos que nos habíamos implicado con esa trama cuando el tercer acto toma otro rumbo. Filme que es un tanto forma sobre fondo, y que tras una excepcional introducción se queda corto, pudiendo haber sido mucho más (su conclusión, si bien ingeniosa, es innegablemente anticlimática). Si bien no busca el realismo, todo presenta una leve pátina de impostura, y ciertos aspectos de la provocación tienen más cariz de trastada adolescente que de cualquier otra cosa.
Estilosa, maquiavélica y gélida, Purasangre es un sorprendente debut y una de las comedias más personales y desoladoras del año.
Frialdad y provocación es su arma, pero también una herramienta de impacto que pudiera parecer que no conduce a ningún sitio. Cómo también fluye a un ritmo atemperado perdiendo levemente el impacto un argumento pobre en acciones. El personaje de Yelchin es un leve pegote burlón, y los padres de Lily quedan planos y desdibujados. Aún si cierta escena de violenta está muy bien resuelta, el asesinato acabó volviéndose una excusa argumental, decepcionando a aquellos que nos habíamos implicado con esa trama cuando el tercer acto toma otro rumbo. Filme que es un tanto forma sobre fondo, y que tras una excepcional introducción se queda corto, pudiendo haber sido mucho más (su conclusión, si bien ingeniosa, es innegablemente anticlimática). Si bien no busca el realismo, todo presenta una leve pátina de impostura, y ciertos aspectos de la provocación tienen más cariz de trastada adolescente que de cualquier otra cosa.
Estilosa, maquiavélica y gélida, Purasangre es un sorprendente debut y una de las comedias más personales y desoladoras del año.