Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Sandra dispone sólo de un fin de semana para ir a ver a sus colegas y convencerlos de que renuncien a su paga extraordinaria para que ella pueda conservar su trabajo. Su marido la acompaña para apoyarla. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Película dirigida por Jean-Pierre Dardenne y su hermano Luc Dardenne, dirección llevada con pulso certero que sirve a modo de revulsivo social y personal. El guión es de los mismos hermanos Dardenne, que retratan una realidad candente y sangrante en nuestros días: la falta de trabajo, sus causas y consecuencias. Así como las grietas en una sociedad aún no madura en lo que toca a la solidaridad o la capacidad de inclusión con relación a tantas personas que pasan penalidades: la lacra del desempleo, dificultades económicas y, cómo no, los problemas psíquicos que se derivan de este estado de cosas.

La película una buena fotografía de Alain Marcoen y una música variada de rock u otras canciones melódicas que acompañan la cinta bien. Hay, por ejemplo, una escena en la que, yendo en el coche, suena una vieja canción cargada de melancolía cantada en un francés con acento americano a cargo por Petula Clark, que cuenta la historia de una mujer que vive en una noche constante a causa de la depresión, un tema central en el film.

El reparto es mayormente Marion Cotillard que lleva el peso del film con absoluta autoridad; se trata de una obra depresiva, como la propia protagonista. Todo ello con un elevado grado de tensión social y un clima gris que Cotillard lleva a la perfección en todo momento, haciéndose incluso un tanto espinosa la conexión del espectador con el personaje por su actitud melancólica y de indefensión ante los problemas que le acucian. Le secunda muy bien el que hace de esposo, Fabrizio Rongione, así como un elenco de intérpretes como Simon Caudry, Catherine Salée, Batiste Sornin, Alain Eloy, Myriem Akeddiou, Fabienne Sciascia y Olivier Gourmet, todos en un compacto grupo de actores muy profesionales.

En dos días y una noche, hay una pobre mujer aterrada e impotente que debe convencer a su colegas para que la ayuden a sobrevivir en este duro mundo. La realidad en esta Europa nuestra es que estamos en sistema económico de la exclusión, que pretende ahorrar en mano de obra (y otros, como la calidad), para aumentar los beneficios que se embolsará el 1% de la población mundial, en tanto el 99% restante quedará en situación apretada o de precariedad.

Se trata de un cine escueto y desprovisto de ostentosidad o brizna de petulancia, un cine sobre el viacrucis de una mujer que de puerta en puerta y a contrarreloj, busca una mezcla de respaldo, piedad, ecuanimidad y compañerismo. La película es casi un documental donde no se alza la voz ni se derrumban las murallas de Jericó. Es meramente el comportamiento humano, interpretado magistralmente por la profunda ansiedad de una Marion Cotillard sembrada; y la búsqueda de apoyo entre trabajadores en un paisaje silvestre y brutal.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow