A la película le sobra el didactismo de los últimos planos y quizá hubiese sido mejor otro modo de contar el final, pero por lo demás está llena de emoción, bien rodada, un guión inteligente y unos actores convincentes, desde el veterano Ed Harris hasta el simpático, bueno y amable Jim Sturgess.
La película rebosa buenos sentimientos, altruismo, generosidad, pero ya se sabe que eso no está de moda y que mucha gente cinéfila quiere ver maldad, perversión y crueldad.
¿Qué hay muchas películas ya sobre el combate del ser humano contra la adversidad? Sí, pero con ese razonamiento no se podría tratar de amor, de celos, de amistad, de guerra... porque el asunto se repite. Todo se repite en la historia humana y en el arte lo importante es la forma de contarlo y, para muchos, entre los que me cuento, que suscite esa emoción del drama que conduce a la catarsis como yo lo vio el viejo Aristóteles.