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Voto de Tercero:
9
7.6
32,727
Drama
Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada sobra en los 127 minutos que dura Amor de Michael Haneke, nada es trivial, nada sucede fútilmente. Posee todos los factores que necesita una obra para conmocionar y conmover, para enternecer sin llegar a ser paroxística. Y es que no es una mera historia de amor sensible que pasa por la cartelera como cualquier otra mostrando dos besos y cuatro lágrimas sin destacar intrínsecamente nada, es una historia de amor diseñada desde los profundos nervios ópticos de un artista en la que el sentimiento no decae en ningún segundo.
Un cuadro íntimo genial que ahonda en la vejez, en la enfermedad y en el amor de manera puramente inquietante, hasta convertirse en lirismo, hasta convertirse en una oda al amor, una elegía donde la vida se pierde. Un cuadro íntimo absolutamente frío —tanto como Michael Haneke sabe y quiere hacerlo— que quema y arde de lo que congela, altamente cruel y visceral, retorcida, llena de sentimiento y dolor.
Un cuadro íntimo genial que ahonda en la vejez, en la enfermedad y en el amor de manera puramente inquietante, hasta convertirse en lirismo, hasta convertirse en una oda al amor, una elegía donde la vida se pierde. Un cuadro íntimo absolutamente frío —tanto como Michael Haneke sabe y quiere hacerlo— que quema y arde de lo que congela, altamente cruel y visceral, retorcida, llena de sentimiento y dolor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Disfruta del extraordinario silencio que aporta la obra, pues flota entre diálogos bien estipulados y un vasto lago de taciturnidad; y disfruta de la paloma, de la enfermera, de la hija, de las lágrimas, del golpe, de los rostros, del cojín y del abrigo olvidado, actos o hechos que nos dejan tan paralizados como la parte derecha de la protagonista, y nos atrapa en la emoción como se atrapa a la paloma, solo que a ella se la libera y a nosotros se nos esclaviza —gratamente— emocionalmente hablando, hasta el punto de que borramos las flores y dibujamos estrellas.