pero se opaca con que los yanquis no pudieron resistirse a convertirlo en norteamericano, ¿divorcio con tanta tranquilidad en 1848? ¿un cura ninja? Diego De La Vega no necesitaba tener poderes especiales para que lo admirara todo el mundo, entonces creo que no hacía falta exagerar tanto en esta oportunidad. Ya de por sí estuvo mal que en la primera hicieran que su archienemigo se diera el gusto de matarlo. Ahora, al hacerlo luchar contra una súper hermandad mundial, y convertirlo en yanqui, creo que aniquilaron la posibilidad de una tercera parte. Una pena.