Obra maestra de la historia del cine, El Padrino es el principal referente iconográfico de la mafia en Norteamérica. Cuando pensamos en mafia, pensamos en El padrino. Es tan verosímil que parece cine documental sobre el crimen organizado en los años de posguerra.

El Padrino es una de esas películas que inventan un nuevo lenguaje cinematográfico. La oscura fotografía, las extensas escenas descriptivas, la sobriedad e intensidad de los diálogos, el alma de los personajes...Un película hecha con corazón, para degustar un cine llamado atemporal.

Hay muchas películas con violencia y el Padrino no es una excepción: la mafia asesina, extorsiona, corrompe y ejecuta toda clase de fechorías. Sin embargo, no todo vale para la familia Corleone. Asesinan pero son gente de palabra. Extorsionan pero son fieles a las tradiciones de sus antepasados. Corrompen pero consideran sagrados los lazos familiares y amistosos.

Los Corleone, además, son educados, inteligentes, visten de etiqueta y siempre actúan con la máxima elegancia. Por eso la violencia de El Padrino es desalmada y glamourosa al mismo tiempo. Por eso es quizá la mejor película de la Historia.