Disparate inmenso, descacharrante, pasadísimo de vueltas, gamberro, socarrón, sin complejos. Cine comercial encantado de serlo. Con dos cojones. Por todo eso, y por lo entretenidísimo de la propuesta, una nota alta. Muy acertado coger a James McAvoy como aprendiz de asesino, oscuro émulo de San John McClane, pues no tiene pinta de tipo duro; siendo al principio del film un vulgar y pobre chupatintas necesitado de píldoras contra los ataques de ansiedad.

Pecado mortal para cinéfilos refinados -cual si un gourmet se comiera Nocilla a cucharadas- esta muestra de la más desenfrenada gula sin tapujos por la acción trufada de constante diluvio balístico, es la versión corregida y aumentada, más bestia, sangrienta, adrenalítica, bruta y amoral de MATRIX. ¿Referencias al Mito de la Caverna de Platón que MATRIX hacía plantearse al espectador? No. Aquí, ni Platón ni pepinillos en vinagre. Nyet de nyet, que diría Pérez-Reverte. Si acaso, una "ética" del matar a uno para salvar a muchos. Este es el bushido básico de esta hermandad de pistoleros malabares, cuyas milenarias concesiones de pasaportes gratis para el otro barrio les son ordenadas por un "código" tan sorprendente como rocambolesco (hasta ahí puedo escribir...). Otra muestra más de la exención de complejos de la película. Y para bien, en el caso que nos ocupa.

Concluír, pues, que MATRIX es a EN LO MÁS CRUDO DEL CRUDO INVIERNO lo que WANTED es a HAMLET, DE KENNETH BRANNAGH. En cristiano: que la peli Wachowskiana deviene en un puro y simple ensayo para lo que WANTED supone. Recalcar que la de Neo, Trinity & Co. es una muy buena peli, ojo.

Quintaesencia del cine testosterónico, antítesis de películas románticas. Pasen, vean, alucinen, flipen, ríanse y disfruten.