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España España · Ciudad Real
Voto de javi_cr:
6
Terror Un joven viudo (Kwanten) regresa a su hogar para investigar el asesinato de su mujer. Allí descubre la leyenda de Mary Shaw, una ventrílocua que pidió ser enterrada junto a sus 101 "muñecos". Uno de ellos parece haber vuelto de la tumba, y no precisamente con buenas intenciones... De los creadores de "Saw". (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A James Wan deben gustarle mucho las marionetas. Si en su primera película, Saw, ya utilizaba a uno para mostrar a las víctimas el funcionamiento de los macabros juegos de los que tenían que ser partícipe, en Silencio desde el mal (Death Silence), Wan llena la pantalla de grotescos muñecos de cerámica que esta vez tienen vida propia.

Si bien el argumento no da para más, la estética colorista de Swan está presente a lo largo de toda la película, y eso es de agradecer.

Como decía, el argumento de marionetas que se mueven solas parece infantil e incluso absurdo. En resumidas cuentas, es algo poco creíble. Más aún si tenemos en cuenta que su anterior trabajo trata sobre algo más temible y pragmático: la propia psique humana.

Sin embargo, en este film Swan se centra en las leyendas locales de un pequeño pueblo que decide tomarse la justicia por su mano, como ya sucediera en Darkness Falls (Jonathan Liebesman, 2003). Algo que, por tanto, ya hemos visto antes…

El protagonista es, además, un superhombre… No aludiendo al concepto del superhombre nietzscheano, sino a ese tan común en el cine de terror: ese hombre capaz de resistir tres minutos bajo el agua sin el menor esfuerzo, que acude al foco de peligro sin temor alguno y que, para bien o para mal, hace que el espectador quede pegado a la butaca por su falta de sensatez… ¿o tal vez es cuestión de nula intuición? Pero no solo el personaje de Ryan Kwanten es un ser estereotipado que cree haberlo perdido todo; también encontramos personajes aparentemente profundos pero realmente estereotipados, como el detective Lipton o el malvado padre ricachón que abandonó a su hijo para contraer diversos matrimonios y vivir la vida a una edad un tanto intempestiva…

Pero como decía, si algo bueno cabe destacar es, sin duda, su impecable ambientación; la niebla, lluvias y tormentas pueblan la película, mientras las ratas campan a sus anchas por viejos escenarios donde el polvo flota ingrávido e hipnótico… Un viejo teatro carcomido por el paso del tiempo, un cementerio rodeado de maleza (y maldad) o un pueblo casi abandonado donde solo quedan los bosquejos de lo que en tiempos pasados, fue el escenario de hechos macabros.

Pero seamos sinceros… El film da exactamente lo que promete; nadie que acuda a ver “Silencio desde el mal” espera ver a un personaje mínimamente inteligente o levemente profundo. Quiere pasar miedo, quiere sobresaltos y quiere una historia sencilla aunque evolutiva y sorprendente a partes iguales. Y eso es, en efecto, “Silencio desde el mal”, una historia efectista y truculenta que se sirve de golpes sonoros para impactar al espectador.

Por ello, si quiere pasar un rato entretenido, adelante… Pero si quiere algo novedoso e inteligente… Allá usted.
javi_cr
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