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Drama
Primer film en color de Kurosawa. Retrato de un grupo de vecinos de los barrios bajos de Tokio, que usan la imaginación para enfrentarse al desolador panorama de miseria y alcoholismo en el que viven. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kurosawa, que llevaba ya una lista impresionante de películas imprescindibles, cansó al lado más oscuro de la crítica porque los tuvo bien puestos e hizo críticas sociales fulminantes como en Los canallas duermen en paz. Se erigió en un director que luchaba por hacer su cine con libertad artística total y eso le costó que tuviese que crear junto a otros directores una productora independiente, cuyo primer y último film fue Dodeskaden porque fue tal el batacazo en taquilla que dicha productora se arruinó. Este hecho, que evidenciaba la falta de financiación para su cine lanzó al Maestro al abismo, entrando en una profunda depresión que le llevaría al intento de suicidio. Él no entendía porque no gustaba su cine, sintiéndose inútil. A pesar de todo, en contraste de lo que sucedió en su país, Dodeskaden fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Como vimos en su anterior film, Barbarroja, dicho sea de paso, su mejor obra, de nuevo el Maestro nos deleita con una historia dividida en las múltiples vivencias de unos personajes que coexisten en un mismo lugar. Dodeskaden nos traslada a un barrio del extrarradio en Japón donde sus vecinos conviven entre escombros y basura y en la más absoluta pobreza, cada uno con sus peculiaridades y problemas. En este primer film a color de Kurosawa, el Maestro se mueve entre el Impresionismo y lo impresionante. Todo el film parece una obra del mismísimo Van Gogh, al que tanto admiraba, distinguiendo cada elemento con el color adecuado o poniendo unos fondos de pintura de vez en cuando que dan a la película un aire entre irreal y onírico, mezclando así las situaciones reales en una paleta de infinito talento.
Película de puro y libre arte con la esencia de Kurosawa, en la que trata problemas muy complejos de una manera maravillosa, siendo un placer para todos los sentido. Grande Maestro.
Aquí destriparé a los personajes del film junto con sus problemas. Si no viste Dodeskaden, tal vez no deberías de leer esta parte.
-EL LOCO DEL TRANVÍA Y SU MADRE. Con ellos se inicia el film, en una casa donde una madre recita sutras budistas. Al lado su hijo, parece imitarla y consolarla por estar triste. Momentos más tarde, conocemos la causa, cuando el hijo se viste de conductor de tranvía y recoge sus bártulos imaginarios para subirse a su tranvía imaginario en busca de pasajeros imaginarios. Kurosawa trata la enfermedad mental y la carga que esto supone para una madre soltera, que siempre sufrirá por su hijo, más aún sabiendo que cuando ella falte él no podrá enfrentarse solo al mundo. A menudo, los niños insultan al este muchacho y pintan la fachada se su casa con dibujos e improperios a su persona, pero este chico, ajeno a la realidad de lo "normal", es el más feliz del barrio.
-EL HOMBRE HUMILDE. Este curioso personaje es el más tranquilo de todos. Un ladrón entra a su casa por la noche y le da dinero, diciéndole que la próxima vez entre por la puerta. Un borracho enloquecido está dando mandobles al aire y este hombre se acerca tranquilamente a decirle algo, dejando avergonzado al borracho, que opta por marcharse a la cama. Incluso cuando un hombre está en su casa pidiéndole ayuda para suicidarse porque perdió a su familia en la guerra y todos sus bienes, le da una lección sublime cuando muy apenado le confiesa que sólo es feliz cuando en sueños se reúne con su familia. "Esta felicidad es parte de tu vida. Ellos estarán vivos mientras tú estés vivo. Sin embargo si tú te matas, los matarás a ellos al hacerlo". Acto seguido, el hombre decide seguir viviendo. Pero cuando analiza al engreído padre vagabundo del niño, no es capaz de tener malas palabras para él. Posteriormente le ayuda a enterrar a su hijo. Su bondad parece infinita, pero tiene el defecto de no querer ver la dolorosa realidad que le rodea, algo que deja patente Kurosawa por ejemplo, cuando la policía entra con el ladrón que confesó su crimen.
-PADRE E HIJO INDIGENTES. Ambos personajes viven dentro de un coche abandonado. Para el niño, su padre siempre tiene la razón o al menos siempre se la da por no discutir, algo que hace sentir a su padre inteligente. Un buen día, el padre le dice a su hijo que tienen que pensar en el futuro, sus hijos y nietos, y deciden empezar a imaginar como será su casa del futuro. Todo esto sucede entre las idas y venidas de su hijo, que siempre va a los restaurantes a pedir las sobras del día. Uno de esos días, su padre decide no hervir el pescado, pensando que está en escabeche por su sabor, pero está realmente en mal estado, enfermando a los dos con continuas diarreas y fiebre. Entre la enfermedad y los sueños de su futuro y maravilloso hogar discurre su historia hasta la muerte del pequeño. Kurosawa dota estas escenas de un verde "muerte", tratando con delicadeza un tema tan común como es la ausencia de actos a la hora de realizar nuestros sueños, pues este padre nunca mueve un dedo para cambiar su realidad.
-LA PAREJA DE BORRACHOS Y SUS MUJERES. Son dos amigos que llegan ebrios día tras día a sus respectivos hogares después del trabajo, donde les esperan hartas sus respectivas mujeres. Un día, intercambian las parejas sin mediar palabra, siguiendo su vida como hasta el momento. Esto es un soplo de aire fresco para la vida de los cuatro. Pero igual que un día cambiaron las parejas, otro día vuelven a la normalidad con sus parejas oficiales. Kurosawa los define bien y curiosamente por sus colores. Con estas dos parejas, trata la sociedad del momento, en la que el marido trabajaba para llevar el pan a casa, mientras que las mujeres se encargaban del hogar, contrastando el machismo con la libertad sexual. “Los hombres estamos todo el día trabajando fuera y estaría bien que nuestras mujeres fuesen amables cuando volviésemos cansados de trabajar”.
Como vimos en su anterior film, Barbarroja, dicho sea de paso, su mejor obra, de nuevo el Maestro nos deleita con una historia dividida en las múltiples vivencias de unos personajes que coexisten en un mismo lugar. Dodeskaden nos traslada a un barrio del extrarradio en Japón donde sus vecinos conviven entre escombros y basura y en la más absoluta pobreza, cada uno con sus peculiaridades y problemas. En este primer film a color de Kurosawa, el Maestro se mueve entre el Impresionismo y lo impresionante. Todo el film parece una obra del mismísimo Van Gogh, al que tanto admiraba, distinguiendo cada elemento con el color adecuado o poniendo unos fondos de pintura de vez en cuando que dan a la película un aire entre irreal y onírico, mezclando así las situaciones reales en una paleta de infinito talento.
Película de puro y libre arte con la esencia de Kurosawa, en la que trata problemas muy complejos de una manera maravillosa, siendo un placer para todos los sentido. Grande Maestro.
Aquí destriparé a los personajes del film junto con sus problemas. Si no viste Dodeskaden, tal vez no deberías de leer esta parte.
-EL LOCO DEL TRANVÍA Y SU MADRE. Con ellos se inicia el film, en una casa donde una madre recita sutras budistas. Al lado su hijo, parece imitarla y consolarla por estar triste. Momentos más tarde, conocemos la causa, cuando el hijo se viste de conductor de tranvía y recoge sus bártulos imaginarios para subirse a su tranvía imaginario en busca de pasajeros imaginarios. Kurosawa trata la enfermedad mental y la carga que esto supone para una madre soltera, que siempre sufrirá por su hijo, más aún sabiendo que cuando ella falte él no podrá enfrentarse solo al mundo. A menudo, los niños insultan al este muchacho y pintan la fachada se su casa con dibujos e improperios a su persona, pero este chico, ajeno a la realidad de lo "normal", es el más feliz del barrio.
-EL HOMBRE HUMILDE. Este curioso personaje es el más tranquilo de todos. Un ladrón entra a su casa por la noche y le da dinero, diciéndole que la próxima vez entre por la puerta. Un borracho enloquecido está dando mandobles al aire y este hombre se acerca tranquilamente a decirle algo, dejando avergonzado al borracho, que opta por marcharse a la cama. Incluso cuando un hombre está en su casa pidiéndole ayuda para suicidarse porque perdió a su familia en la guerra y todos sus bienes, le da una lección sublime cuando muy apenado le confiesa que sólo es feliz cuando en sueños se reúne con su familia. "Esta felicidad es parte de tu vida. Ellos estarán vivos mientras tú estés vivo. Sin embargo si tú te matas, los matarás a ellos al hacerlo". Acto seguido, el hombre decide seguir viviendo. Pero cuando analiza al engreído padre vagabundo del niño, no es capaz de tener malas palabras para él. Posteriormente le ayuda a enterrar a su hijo. Su bondad parece infinita, pero tiene el defecto de no querer ver la dolorosa realidad que le rodea, algo que deja patente Kurosawa por ejemplo, cuando la policía entra con el ladrón que confesó su crimen.
-PADRE E HIJO INDIGENTES. Ambos personajes viven dentro de un coche abandonado. Para el niño, su padre siempre tiene la razón o al menos siempre se la da por no discutir, algo que hace sentir a su padre inteligente. Un buen día, el padre le dice a su hijo que tienen que pensar en el futuro, sus hijos y nietos, y deciden empezar a imaginar como será su casa del futuro. Todo esto sucede entre las idas y venidas de su hijo, que siempre va a los restaurantes a pedir las sobras del día. Uno de esos días, su padre decide no hervir el pescado, pensando que está en escabeche por su sabor, pero está realmente en mal estado, enfermando a los dos con continuas diarreas y fiebre. Entre la enfermedad y los sueños de su futuro y maravilloso hogar discurre su historia hasta la muerte del pequeño. Kurosawa dota estas escenas de un verde "muerte", tratando con delicadeza un tema tan común como es la ausencia de actos a la hora de realizar nuestros sueños, pues este padre nunca mueve un dedo para cambiar su realidad.
-LA PAREJA DE BORRACHOS Y SUS MUJERES. Son dos amigos que llegan ebrios día tras día a sus respectivos hogares después del trabajo, donde les esperan hartas sus respectivas mujeres. Un día, intercambian las parejas sin mediar palabra, siguiendo su vida como hasta el momento. Esto es un soplo de aire fresco para la vida de los cuatro. Pero igual que un día cambiaron las parejas, otro día vuelven a la normalidad con sus parejas oficiales. Kurosawa los define bien y curiosamente por sus colores. Con estas dos parejas, trata la sociedad del momento, en la que el marido trabajaba para llevar el pan a casa, mientras que las mujeres se encargaban del hogar, contrastando el machismo con la libertad sexual. “Los hombres estamos todo el día trabajando fuera y estaría bien que nuestras mujeres fuesen amables cuando volviésemos cansados de trabajar”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-EL HOMBRE DEL TIC Y SU REPELENTE MUJER. Este hombre tiene un tic un tanto particular y tiene una mujer que es una maleducada, insoportable y una gorrona aprovechada. Cuando el hombre lleva a casa a tres de sus compañeros de trabajo, la mujer es tan desagradable que uno de ellos se lanza a decirle repetidas veces que la eche de sus casa que él merece algo mejor, a lo que el hombre del tic le responde que quién es él para juzgarla sin conocer su historia. Al parecer, esta desagradable mujer con su asquerosa habilidad para sacar la comida gratis o más barata que nos desquicia a todos los espectadores, conseguía la comida en tiempos de guerra y por ello su marido siempre estará agradecido. Kurosawa trata un tema importante aquí, pues dentro de cada hogar cada uno tiene sus motivos por los que estar con su pareja.
-EL FABRICANTE DE CEPILLOS. Este hombre fabrica cepillos de forma minuciosa, algo que pone de muy mal humor a su mujer. Es padre de cinco hijos y de otro que está en camino. Al parecer, todo el mundo menos su marido, sabe que sus hijos son producto de otros hombres, ya que tiene o ha tenido muchos amantes. Éste hace caso omiso a los comentarios maliciosos de la gente, pues quiere tanto a los niños que para él son sus hijos, sea cual sea su procedencia. Un día, el hijo mayor le dice llorando a su padre que todo el mundo les dice que no es su padre, a lo que él contesta alegre y tranquilamente "si soy tu padre tienes que decidirlo tú". El Maestro tiene una manera muy fina de tratar este asunto, pues es cierto que el significado de ser padre va más allá de serlo de sangre. A este hombre le es indiferente su mujer porque su vida son sus hijos.
-EL HOMBRE DE MIRADA PERDIDA. Este hombre deambula por la barriada con su mirada vacía, pareciendo un auténtico muerto viviente. Un día aparece una mujer y se desvela el misterio. Al parecer su mujer tuvo una aventura con otro hombre y el por entonces marido les pilló. La mujer nunca se pudo perdonar esto, al igual que el hombre, que quedó en un estado de depresión desde entonces. Ella viene en busca de redención, pues al parecer ni su propia madre, ya fallecida, la perdonó. Pero el hombre ni se inmuta ante sus súplicas y llantos, como muestra el magistral plano en el que el hombre está comiendo impasible, en un tono púrpura que le hace parecer un espectro, mientras ella pide perdón. Finalmente, ella decide irse y nos deja una reflexión breve pero profunda al toparse con un árbol muerto al lado de la casa del hombre. "¿Qué clase de árbol es este? Un árbol no es un árbol cuando está muerto". En este caso, Kurosawa nos muestra que el rencor es capaz de acabar con el alma de alguien, pues saber perdonar no es sólo importante, sino que es imprescindible.
.-EL TÍO VAGO Y SU SOBRINA EXPLOTADA. Junto con la de los indigentes, la historia más dura. Habla de un matrimonio que adoptó a su sobrina. El hombre es un vago que sólo come, duerme y bebe mientras ellas trabajan haciendo flores de papel, manteniendo así la economía familiar. Un día la tía enferma y el tío hace trabajar el doble a la sobrina, que termina enfermando física y psicológicamente. Una noche que ella está exhausta sin poder ni moverse, el tío abusa sexualmente de ella. Al poco, regresa su mujer y al ver enferma a su sobrina la lleva al hospital, donde las pruebas indican que está embarazada. Al final, el tío huye de casa cuando queda como único sospechoso del embarazo. La sobrina, enajenada, apuñala al repartidos de licores, la única persona que la trató amablemente, y lo deja gravemente herido, aunque al final se recupera. El chico, que sabía por lo que pasaba ella, la perdona. Kurosawa trata aquí dos temas delicados, el abuso sexual y el maltrato psicológico, con el lastre que supone para quien lo sufre. En contrapartida con la historia del desengaño amoroso, nos muestra que perdonar es volver a vivir.
-EL FABRICANTE DE CEPILLOS. Este hombre fabrica cepillos de forma minuciosa, algo que pone de muy mal humor a su mujer. Es padre de cinco hijos y de otro que está en camino. Al parecer, todo el mundo menos su marido, sabe que sus hijos son producto de otros hombres, ya que tiene o ha tenido muchos amantes. Éste hace caso omiso a los comentarios maliciosos de la gente, pues quiere tanto a los niños que para él son sus hijos, sea cual sea su procedencia. Un día, el hijo mayor le dice llorando a su padre que todo el mundo les dice que no es su padre, a lo que él contesta alegre y tranquilamente "si soy tu padre tienes que decidirlo tú". El Maestro tiene una manera muy fina de tratar este asunto, pues es cierto que el significado de ser padre va más allá de serlo de sangre. A este hombre le es indiferente su mujer porque su vida son sus hijos.
-EL HOMBRE DE MIRADA PERDIDA. Este hombre deambula por la barriada con su mirada vacía, pareciendo un auténtico muerto viviente. Un día aparece una mujer y se desvela el misterio. Al parecer su mujer tuvo una aventura con otro hombre y el por entonces marido les pilló. La mujer nunca se pudo perdonar esto, al igual que el hombre, que quedó en un estado de depresión desde entonces. Ella viene en busca de redención, pues al parecer ni su propia madre, ya fallecida, la perdonó. Pero el hombre ni se inmuta ante sus súplicas y llantos, como muestra el magistral plano en el que el hombre está comiendo impasible, en un tono púrpura que le hace parecer un espectro, mientras ella pide perdón. Finalmente, ella decide irse y nos deja una reflexión breve pero profunda al toparse con un árbol muerto al lado de la casa del hombre. "¿Qué clase de árbol es este? Un árbol no es un árbol cuando está muerto". En este caso, Kurosawa nos muestra que el rencor es capaz de acabar con el alma de alguien, pues saber perdonar no es sólo importante, sino que es imprescindible.
.-EL TÍO VAGO Y SU SOBRINA EXPLOTADA. Junto con la de los indigentes, la historia más dura. Habla de un matrimonio que adoptó a su sobrina. El hombre es un vago que sólo come, duerme y bebe mientras ellas trabajan haciendo flores de papel, manteniendo así la economía familiar. Un día la tía enferma y el tío hace trabajar el doble a la sobrina, que termina enfermando física y psicológicamente. Una noche que ella está exhausta sin poder ni moverse, el tío abusa sexualmente de ella. Al poco, regresa su mujer y al ver enferma a su sobrina la lleva al hospital, donde las pruebas indican que está embarazada. Al final, el tío huye de casa cuando queda como único sospechoso del embarazo. La sobrina, enajenada, apuñala al repartidos de licores, la única persona que la trató amablemente, y lo deja gravemente herido, aunque al final se recupera. El chico, que sabía por lo que pasaba ella, la perdona. Kurosawa trata aquí dos temas delicados, el abuso sexual y el maltrato psicológico, con el lastre que supone para quien lo sufre. En contrapartida con la historia del desengaño amoroso, nos muestra que perdonar es volver a vivir.