Cuando ves que una cinta es solamente alabada por la labor de su actor principal, es que lo demás falla, y eso es precisamente lo que le pasa a ésta cinta. A pesar de contar con una actuación maravillosa de Gleeson (cada vez más parecido al gran José Antonio Camacho, o al revés....), que hace de un policía de un pueblo irlandés que se ve de un día para otro metido en una operación antidroga con un agente del FBI (un mediocre Don Cheadle). Las constantes diferencias culturales entre los dos, que derivan en peleas, son la constante del film, que acaba siendo una buddy movie de las malas.

El mayor problema es que la trama no engancha en ningún momento, y acaba hastiando por momentos, simplemente alguna escena aislada con los nativos irlandeses que se niegan a hablar inglés te logran esbozar una sonrisa. En definitiva una pena, ya que la actuación de Glesson se merecía una cinta mejor.

Lo mejor: Brendan Gleeson.
Lo peor: Su falta de interés.

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