Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
5
Acción. Drama Cuando China estaba dividida en siete reinos que se enfrentaron entre sí para conseguir la hegemonía, la miseria y la muerte asolaron el país. Al rey Qin, que vivía obsesionado con la idea de unificar China y convertirse en el primer Emperador, intentaron asesinarlo los otros monarcas. Entre los asesinos contratados, los más temibles eran Espada Rota, Nieve Volante y Cielo. Qin promete poder, riquezas y una audiencia privada a quien ... [+]
10 de septiembre de 2008
89 de 152 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tipo llega a un palacio y empieza a recordar.
Primero, una batalla de espléndidas tonalidades grisáceas bajo la lluvia y con brincos por doquier. Incluso las gotas estallan contra el impávido rostro de Jet Li. Qué enigmático, qué bello.
Más tarde, un encuentro en otro lugar bajo una marea de flechas tras colores vivos. Traiciones rojo pasión y quintaesencias de la escritura. Qué profundo, cuanta suntuosidad.
Acto seguido, un azul pálido y juegos malabares con tazas. Troncos por el suelo y una épica batalla al son de centenares de escudos. Hasta las motas de polvo parecen elegantes al lado del protagonista. Delicioso espectáculo.
Mantos de un verde pálido sobrevuelan los pasillos. Dos insignes luchadores se baten entre ellos con majestuosidad y todo parece mágico. Qué narices, es magia pura...

Magia pura.......

Increíbles batallas.....

Deliciosos contrastes...

Termina, y te das cuenta de que donde había luz y esplendor, no queda absolutamente nada. Y es que menudo rollo marinero, Yimou, tú que rodabas esos dramas cálidos y humanos, nos regalas ahora esta cosa epiléptica repleta de flashbacks y más flashbacks cansinos a más no poder. Nos regalas la paraplejia facial de un Jet Li que, haga lo que haga, sólo sabe volar con cuerdas y más cuerdas como un espantajo. Desperdicias a esos enormes talentos que son Tony Leung, Maggie Cheung o Zhang Ziyi en un relato donde los caracteres ni siquiera merecen tanto. Y nos calzas con vaselina una historieta con más colorido que los cielos de Jeunet para alcanzar la más absoluta nada. ¿Cuanto más tendremos que ¡vivir! para que nos vuelvas a embelesar con esos portentosos dramas y te dejes de rollos chinos?
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow